Ian McEwan no podría estar más contento de que Saoirse Ronan interprete a una de sus creaciones más duraderas.
On Chesil Beach tiene menos de 40,000 palabras, pero cada una está tan pulida y es tan integral en la novela corta de Ian McEwan como los famosos guijarros que conforman las 18 millas de playa protegida a lo largo de la costa de Dorset, Inglaterra. Su belleza deprimente es el fondo de la luna de miel Enel libro de 2007 de McEwan, en el que un matrimonio breve terminará después de una noche de sexo desastrosa. El ritmo de McEwan es ligero y su tono a menudo cómico, por lo menos para el lector; para los amantes, Florence Ponting y Edward Mayhew, la historia terminará en una vergüenza discapacitante y arrepentimiento.
McEwan ha escrito varios guiones originales, pero encuentra exasperante y largo el proceso, por lo cual permite que otros adapten sus novelas de grandes ventas en películas: The Comfort of Strangers (1990), Amor perdurable (2004) y Expiación, deseo y pecado (2007). Él pensó de forma distinta con respecto a On Chesil Beach (en cines el 18 de mayo), principalmente porque es tan corta. “Más o menos puedes quedarte con lo que tienes”, dice el autor, “en vez de cortar dos terceras partes del libro”.
Cuando el director de teatro Dominic Cooke, quien hace su debut en largometrajes, sugirió a Saoirse Ronan como Florence, McEwan estaba de plácemes. La actriz irlandesa interpretó a la alborotadora hermana menor en Expiación, por lo que recibió una nominación al Premio de la Academia. “Incluso entonces, ella mostró una capacidad extraordinaria para asumir el control del material, para transformarse de una vivaracha chica irlandesa en una muchacha inglesa de clase alta, con un acento clarísimo para rematar”, comenta McEwan. “Ella sabía cómo transmitir una forma particular de introspección, de una imaginación desbocada. También encantó e hipnotizó al plató”.
Por su parte, Ronan, de 24 años, estaba ansiosa por interpretar otra creación de McEwan. “Ian es alguien que escribe a las mujeres con habilidad increíble, con una perspectiva bien redondeada”, dice ella. “Me gustaría interpretar otra escrita por él cada 10 años”.
Aun cuando Florence y Briony tienen poco en común, ambas provienen de mundos reprimidos donde mucho queda sin decirse. Y Ronan, dice McEwan, “es una de esas actrices que, solo con un silencio, puede mostrarte un pensamiento en su rostro”. Su marido incompatible, Edward, es interpretado por Billy Howle, quien acaba de trabajar con Ronan en la adaptación de Michael Mayer de La gaviota de Chejov, a estrenarse el 11 de mayo.
La historia de McEwan se desarrolla en 1962, en la Inglaterra previa a la revolución sexual. Florence, de 22 años, es una violinista dotada, hija de una madre nada cariñosa (una catedrática de Oxford) y un empresario exitoso. “Es una casa fría”, dice el autor. Mientras Florence manda en su trabajo como lideresa de un cuarteto clásico de cuerdas, en su noche de bodas todavía es sexualmente inocente y atormentada por el miedo. “Saoirse tiene dones de perspectiva emocional inmediata que cualquier novelista debe envidiar”, comenta McEwan. “Ella puede convertirse en la chica común de al lado y luego, con un cambio de expresión, un giro de la cabeza, asumir una gran belleza inusual. Pero sobre todo, es su inteligencia lo que aprecio”.
Han pasado más de 10 años entre Expiación y On Chesil Beach, pero McEwan estaba asombrado por cuán poco los años —y dos nominaciones al Oscar, por Brooklyn (2015) y Lady Bird el año pasado— han cambiado a Ronan. “La fama creciente no la ha abrumado”, comenta él. “Ella conserva firmemente su mismo ser, y es un adorable ser, en el que la niña natural de 12 años todavía conserva un papel bullanguero”.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation whit Newsweek