Antes del 30 de noviembre de 2017, un ciudadano en Pachuca llenaba el tanque de gasolina de un automóvil subcompacto, cuya capacidad es de 45 litros, con 718 pesos, si le despachaban Magna, o con 799 pesos, si era de la Premium.
Dos meses después, tras la liberalización de los precios, abastecerlo cuesta hasta 770 pesos con la primera y 841 con la segunda; es decir, 52 pesos y 42 pesos más, respectivamente, dinero con el que se puede comprar medio kilo de carne roja, 4 kilos de tortilla o kilo y medio de huevo.
En un depósito de 50 litros el precio puede alcanzar 937 pesos con Premium y 856 pesos con Magna; 58 y 48 pesos de diferencia, respectivamente.
En solo dos meses, el costo por litro de los combustibles en las despachadoras de Hidalgo ha aumentado hasta 1.17 pesos, en el caso de la Magna, y 94 centavos en la Premium.
Mediante un recorrido por diferentes establecimientos de la capital, Criterio constató que el costo por litro de Magna oscila entre 17.09 y 17.13 pesos; mientras, la Premium se encuentra entre 18.69 y 18.71 pesos; la gasolinera BP es la que presenta el mayor gasto.
Según una publicación de este medio, el último precio que emitió la Comisión Reguladora de Energía (CRE) en Hidalgo fue de 15.96 pesos por litro de Magna y 17.77 pesos para la Premium, el 30 de noviembre del año pasado.
Ese día se llevó a cabo la etapa definitiva de la liberación de los precios de las gasolinas en el país, que incluyó a Hidalgo, por lo que la CRE dejó de publicar los costos diarios de los combustibles por regiones.
Lo anterior dio entrada a otras petroleras y a que los costos se ajusten de acuerdo con la oferta y la demanda.
Federico Escamilla I Pachuca