El uso de antibióticos aumentó más de 21 por ciento desde 2016 y cobra millones de vidas al año, según un análisis de 67 países, cifras que alimentan los temores sobre la amenaza de la resistencia a estos fármacos diseñados para combatir infecciones bacterianas en el cuerpo humano.
El consumo de estos medicamentos es uno de los principales impulsores de la resistencia a los antibióticos o antimicrobianos, que es cuando las infecciones no responden al tratamiento.
“Esta creciente resistencia, alimentada por el uso excesivo e indebido de antibióticos, puede conducir a infecciones más graves, mayores tasas de mortalidad y mayores costos de atención médica”, comentó a Newsweek Eili Klein, investigadora principal de One Health Trust (OHT) y profesora asociada en John Hopkins, Estados Unidos.
Se estima que la resistencia a los antimicrobianos está asociada con casi cinco millones de muertes en todo el mundo cada año, según un estudio de The Lancet.
“La amenaza de la resistencia a los antibióticos es muy real y plantea un importante desafío para la salud mundial. Solo en Estados Unidos se estima que 2.8 millones de personas están infectadas con bacterias resistentes a los antibióticos y 35,000 mueren como consecuencia de ello”, afirmó Klein.
Explicó que la resistencia a los antibióticos podría hacer que las infecciones comunes sean más difíciles de tratar y que las infecciones del tracto urinario (ITU), por ejemplo, conducen cada vez más a hospitalizaciones. Para estas conclusiones, el equipo de Klein analizó datos sobre las ventas de medicamentos farmacéuticos en 67 países, entre 2016 y 2023.
LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS Y LAS VIDAS PERDIDAS
Descubrieron que las ventas de antibióticos en esos países aumentaron un 16.3 por ciento, de 29,500 millones de dosis diarias en 2016 a 34,300 millones de dosis diarias en 2023.
A partir de esas cifras, estimaron que el uso mundial de antibióticos aumentó un 20.9 por ciento en general, a 49,300 millones de dosis diarias. Gran parte de este repunte se debió a los países de ingresos medios: entre 2016 y 2019, las tasas de uso de antibióticos antes de la pandemia aumentaron un 9.8 por ciento en los países de ingresos medios, en comparación con una disminución del 5.8 por ciento en los países de ingresos altos en el mismo periodo.
“Si bien el aumento del uso de antibióticos en los países de ingresos bajos y medios puede considerarse un indicador positivo de desarrollo económico y de mejor acceso a la atención sanitaria, también plantea riesgos importantes, principalmente debido a la amenaza de la resistencia a los antibióticos”, afirmó Klein.
El estudio, disponible en el sitio Encuesta Nacional de Salud Pública (PNAS), reveló que el inicio de la pandemia de covid-19 en 2020 provocó una notable disminución en las tasas de consumo de antibióticos en todos los niveles de ingresos. La caída fue especialmente significativa en los países de ingresos altos, donde el uso de estos medicamentos se redujo en un 17.8 por ciento en un solo año.
“NO EXISTE UNA SOLUCIÓN MILAGROSA”
Los científicos proyectaron que se podría esperar que el consumo mundial de antibióticos aumente un 52.3 por ciento para 2030, a 75.1 mil millones de dosis diarias.
“No existe una solución milagrosa para el problema de la resistencia a los antibióticos”, afirmó Klein. Y explicó que se requiere tanto la conservación de los antibióticos actuales como el desarrollo de nuevos tratamientos para tratar las infecciones bacterianas.
Klein sostuvo que gran parte del problema de la resistencia a los antibióticos se debía a cuestiones sistémicas, que requerirían cambios políticos y culturales en la medicina para resolverse.
A nivel individual, agregó, las personas deben ser conscientes de que los antibióticos son efectivos para las infecciones bacterianas, no contra los virus, y pueden tener efectos secundarios, como diarrea, infecciones por hongos, erupciones cutáneas y posibles reacciones alérgicas.
“Lo importante es escuchar al médico y comprender que la mayoría de los resfriados del invierno son de origen vírico”, puntualizó. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)