A menos de una semana del inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024, un nuevo estudio revela que las mujeres destacan en deportes de equipo, mientras que los hombres sobresalen en deportes que exigen un mayor manejo del estrés. En cuanto a la motivación, los científicos encontraron que los atletas profesionales tienen niveles más altos en comparación con los semi profesionales.
“Esta diferencia puede explicarse por dos razones principales. Por un lado, la intensidad y dedicación requeridas en niveles más altos de competencia, donde la presión y la necesidad de un rendimiento constante son mayores. Por otro lado, también puede estar relacionada con la naturaleza del deporte y las demandas psicológicas específicas que cada uno impone”, señala la investigación publicada en el Journal of Sport and Health Research.
Una buena salud mental permite a los deportistas rendir al máximo sus capacidades. La ansiedad, depresión y otros problemas pueden afectar negativamente el enfoque, motivación y la energía, impactando en su rendimiento, según expertos.
“La literatura ha señalado que hasta 50 por ciento del rendimiento deportivo puede atribuirse a factores psicológicos. Esto sugiere que la fortaleza mental, la concentración, la gestión del estrés y la motivación pueden ser tan determinantes o más, que el estado físico de un atleta” indica Fernando Riveros, uno de los investigadores.
Para llevar a cabo este estudio, realizado por investigadores de la Universidad de La Sabana, Colombia, se reunieron 317 deportistas de diversas disciplinas, a quienes se les aplicó el Cuestionario de Características Psicológicas Relacionadas con el Rendimiento Deportivo (CPRD). Esta herramienta evalúa aspectos como el control del estrés, la cohesión de equipo, la motivación y otras cualidades clave para el rendimiento deportivo.
DEPORTES EN MUJERES Y HOMBRES: PROGRAMAS DE ENTRENAMIENTO PSICOLÓGICO PERSONALIZADOS
Para Fernando Riveros, un aspecto como la motivación es imprescindible. Lo anterior, al demostrar ser un factor determinante en la calidad del rendimiento. A mayor nivel de motivación, los deportistas tienden a comprometerse más con sus entrenamientos y a adoptar sistemas de mejora continua en su práctica deportiva.
La identificación de estos aspectos, junto con las diferencias significativas según el sexo, el deporte y el nivel de competición, puede contribuir al diseño de programas de entrenamiento psicológico personalizados y efectivos. Esto permitiría desarrollar intervenciones específicas, como mejorar el control del estrés en deportistas femeninas e implementar programas de cohesión de equipo para atletas masculinos.
Es común que en los grandes eventos deportivos —como los Juegos Olímpicos— se observe cómo atletas que están aparentemente en excelente forma física logran verse afectados por la presión y que al final, esto afecte su rendimiento. Incluso equipos que parecen ser los más fuertes de la competencia pueden desmoronarse cuando se enfrentan a desafíos.
Un claro ejemplo es Simone Biles, gimnasta artística estadounidense, quien durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 habló por primera vez sobre su salud mental. La joven experimentó una desconexión entre su mente y cuerpo durante los giros, lo que la llevó a retirarse de la competición.
De acuerdo con Riveros, los hallazgos del estudio destacan la necesidad de una evaluación integral de las condiciones psicológicas de los deportistas y la implementación de intervenciones para fortalecer el rendimiento. N