El ataque de tres perros “salvajes” ocasionó la muerte de 21 ciervos y dos pavorreales en el interior de un zoológico municipal en el centro de Chile, informaron este lunes 10 de junio las autoridades locales.
Los animales fueron atacados el domingo dentro de sus jaulas “por perros salvajes”, cuyo origen “se está determinando en la investigación”, declaró Valeria Melipillán, alcaldesa de la ciudad de Quilpué, a 130 kilómetros de Santiago.
Durante la madrugada, los perros habrían escarbado la tierra para llegar a las jaulas de los animales, donde les provocaron la muerte. El zoológico de Quilpué, en la región de Valparaíso, tiene una extensión de cuatro hectáreas y alberga en total 549 animales.
El ataque se produjo mientras se discute en Chile una ley para permitir la caza de perros asilvestrados, responsables de varios ataques mortales a fauna silvestre y humanos en los últimos años. La normativa busca declarar a los perros asilvestrados como especie exótica invasora.
Un proyecto que permitía la caza de todo perro que nació o volvió a su estado salvaje, “viviendo sin supervisión o control directo de seres humanos”, fue rechazado por una abrumadora mayoría en abril en su primer trámite en la Cámara de Diputados.
PERROS SALVAJES SON UN PROBLEMA CONSTANTE PARA LAS AUTORIDADES SANITARIAS
Varios activistas medioambientales defendían la iniciativa. Estos denuncian las graves consecuencias a la fauna nativa que producen estos ejemplares.
“El perro asilvestrado no está en las ciudades, está solo en las áreas naturales, forma jaurías y consume fauna silvestre. Los perros asilvestrados no utilizan al ser humano como una fuente de refugio, ni de agua, ni de comida; sino que se abastecen del ambiente natural”, comentó en su momento Paula Aravena Bustos, académica de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción, en Chile.
De acuerdo con medios nacionales, la presencia de jaurías de perros, que va en aumento sin contacto con los humanos, resulta un problema constante para las autoridades sanitarias. En noviembre pasado, un grupo de estos perros mató a una pudú preñada —un pequeño ciervo que lleva años enfrentando riesgos debido a la acción humana— en la Isla de Chiloé, a 1,080 kilómetros al sur de Santiago de Chile.
Información de El País refiere que, en enero de 2024, se registró un caso humano en el municipio de San Pedro de Atacama. Una turista brasileña terminó con graves heridas luego de ser atacada por siete perros. N
(Con información de AFP)