Además de los humanos, pocos animales se dan nombres entre sí; los elefantes, por ejemplo, parecen utilizar llamadas personalizadas para dirigirse a los miembros de su grupo, según un nuevo estudio publicado este lunes 10 de junio, basado en la observación de dos manadas salvajes en Kenia.
“Se sabe que los delfines mulares (Tursiops truncatus) y los periquitos de frente naranja (Eupsittula canicularis) se identifican entre sí imitando las llamadas características de aquellos a quienes se dirigen. Por el contrario, los humanos usan nombres que no tienen ninguna asociación inherente con las personas u objetos a los que se refieren (…) La comunicación de los elefantes puede ser incluso más compleja de lo que pensábamos anteriormente”, refiere Michael Pardo, ecólogo conductual de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York.
La investigación publicada en Nature “demuestra que los elefantes no solo usan una vocalización específica para cada individuo, sino que reconocen y responden a una llamada dirigida a ellos mientras ignoran las que son dirigidas a otros”, explica su principal autor, Pardo.
Para llegar a esta conclusión, Pardo y sus colegas registraron, entre 1986 y 2022, los profundos retumbos de las hembras salvajes de elefante africano de sabana y sus crías en el Parque Nacional Amboseli, en el sur de Kenia, y en las Reservas Nacionales de Samburu y Buffalo Springs, en el norte del país.
Con ayuda de un algoritmo, identificaron 469 llamadas distintas, que incluían 101 elefantes que emitían una llamada y 117 que la recibían. Los elefantes emiten una amplia gama de sonidos, desde fuertes trompetazos hasta murmullos que el oído humano no puede oír.
NOMBRES ENTRE ELEFANTES INDICAN QUE TIENEN UNA CAPACIDAD DE PENSAMIENTO ABSTRACTO
Según el estudio, el paquidermo (antiguo orden de mamíferos placentarios), al igual que los humanos, asigna un nombre arbitrario al miembro de la manada con el que desea comunicar. La investigación subraya que no lo hace mediante una vocalización que imite el sonido producido por el animal al que se dirigen, como sí hacen los delfines y los loros.
Estas observaciones sobre los elefantes “indican que tienen una capacidad de pensamiento abstracto”, señala el profesor George Wittemyer de la Universidad de Colorado, supervisor del estudio.
Los llamados, que suelen emitirse en forma de gruñidos, son más frecuentes a distancia y en el caso de adultos que hablan con crías. Los adultos también son más propensos a utilizar estos sonidos que los jóvenes, lo que sugiere que la capacidad de pronunciar los nombres requiere años de entrenamiento.
El artículo sugiere que el comportamiento extremadamente social de los elefantes ha podido favorecer el desarrollo de esta capacidad de comunicación. N