Una nueva investigación sugiere que las personas que dejan de menstruar a temprana edad podrían tener un mayor riesgo de morir jóvenes. De manera específica, quienes llegan a la menopausia hacia los 40 años de edad —proceso conocido como menopausia precoz o insuficiencia ovárica prematura (IOP)— parecen tener el doble de probabilidades de morir por cualquier causa.
Asimismo, el estudio presentado durante el Congreso Europeo de Endocrinología (celebrado entre los días 11 y 14 de mayo de 2024, en el marco de la Feria Internacional de Estocolmo o Stockholmsmässan, en la ciudad de Estocolmo, Suecia) advierte que las personas que padecen de insuficiencia ovárica prematura tienen cuatro veces más probabilidades de morir de cáncer.
La menopausia es el proceso biológico que señala el fin de los ciclos menstruales y la edad reproductiva de las mujeres, y se debe a que disminuye la producción natural de hormonas como estrógeno y progesterona en los ovarios.
Los síntomas más conocidos incluyen sofocos (bochornos), sudores nocturnos, cambios de estado de ánimo, trastornos del sueño, sequedad vaginal y disminución de la libido, aunque la intensidad y duración de las manifestaciones varía mucho de una mujer a otra.
La mayoría de las personas que menstrúan inicia la menopausia entre los 45 y los 55 años de edad, y apenas 1 por ciento de la población menstruante llega a la menopausia antes de los 40 años.
NO SE SABE QUÉ PROVOCA LA MENOPAUSIA PRECOZ
Aunque no se sabe, a ciencia cierta, a qué se debe que algunas personas presenten menopausia precoz de manera espontánea, el trastorno muchas veces es consecuencia de una cirugía o ciertos tipos de quimioterapia.
Aun cuando la terapia de reemplazo hormonal (TRH) puede aliviar los síntomas e incluso retrasar la aparición de insuficiencia ovárica prematura, los autores del estudio señalan que muchas personas que presentan el trastorno no toman dicho tratamiento como se les ha indicado.
Para su nueva investigación, los científicos de la Universidad de Oulu, Finlandia, y el Hospital Universitario de la misma ciudad analizaron datos de casi 6,000 finlandesas que desarrollaron IOP entre 1988 y 2017, y compararon esa información con más de 22,000 mujeres que no tenían dicho padecimiento.
Lo que descubrieron fue que las personas que desarrollaron insuficiencia ovárica prematura de manera espontánea tuvieron más del doble de probabilidad de morir a temprana edad a resultas de enfermedad cardiovascular y cualquier otra causa, aunque también alcanzaron una probabilidad cuatro veces mayor de morir de cáncer antes de la senectud. Cabe señalar que esos efectos no se hicieron aparentes en mujeres que desarrollaron menopausia precoz posquirúrgica.
“Por lo que sabemos, nuestro estudio es el más extenso jamás realizado sobre el vínculo entre la insuficiencia ovárica prematura y el riesgo de mortalidad”, declara el comunicado de la Dra. Hilla Haapakoski, coautora del estudio y candidata doctoral en la Universidad de Oulu.
Por otra parte, el equipo también descubrió que quienes se sometieron a un tratamiento de reemplazo hormonal durante más de seis meses redujeron el riesgo de mortalidad en casi la mitad.
TERAPIA DE REEMPLAZO HORMONAL, UNA ALTERNATIVA
Aun cuando investigaciones previas han documentado patrones de mortalidad semejantes en mujeres con IOP, el estudio aquí citado es el primero que analiza esta tendencia a gran escala y durante un periodo muy extenso.
“Nuestro trabajo es uno de los primeros que correlaciona la insuficiencia ovárica prematura, tanto quirúrgica como espontánea, con la mortalidad femenina por cualquier causa, secundaria a enfermedad cardiovascular o por cáncer. Además, también evaluamos la probabilidad de reducir el riesgo de mortalidad con una terapia de reemplazo hormonal durante más de seis meses”, prosigue el comunicado Haapakoski.
“Nuestros hallazgos apuntan a la importancia de prestar particular atención a la salud de las mujeres con insuficiencia ovárica prematura espontánea a fin de reducir su riesgo de mortalidad”.
El equipo de la Universidad de Oulu tiene proyectado expandir su investigación para determinar si las mujeres con menopausia precoz tienen más probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular o cáncer respecto de una población sin el trastorno, y analizar el papel que desempeña la terapia de reemplazo hormonal en el riesgo de mortalidad.
“Muchos de los riesgos de salud de las mujeres con insuficiencia ovárica prematura no están bien reconocidos, y muchas veces se pasa por alto el uso de terapia de reemplazo hormonal”, prosigue la declaración de Haapakoski.
“Nuestra intención es mejorar la salud de esas mujeres creando más conciencia del riesgo entre los profesionales de la salud y las propias pacientes”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)