El 2 de junio viviremos una jornada electoral decisiva, señalará el futuro de los años próximos de nuestra nación. ¡Ineludible responsabilidad ciudadana! México es un país de vocación democrática, 340 elecciones en 34 años ofrecieron más del 70% de alternancia; es decir, el procedimiento electoral certifica que la decisión popular enseña que los partidos políticos no ganan todo para siempre, tampoco pierden todo para siempre. En 2018 Morena y aliados triunfaron en las elecciones con más de 30 millones de votos. Quienes no votaron por esa opción se sumaron al esfuerzo del nuevo escenario nacional, nadie lo puede negar.
Seis años después las urnas sintetizan la esperanza de un pueblo generoso, responsable, laborioso…, formado en el breve siglo XX y en la coyuntura posmoderna del XXI. En sus valores destacan sus utopías, sus aspiraciones, sus sueños, sus esfuerzos, sus reservas morales, sus calidades éticas…, para mejorar su vida material y espiritual. Basurear estas cualidades no es discurso democrático, pues cancela decisiones colectivas, cercena dedos de unidad, necrosa impulsos colectivos, asesina una vida compartida, deroga expresiones plurales, aniquila diversidades…, para ofrecer el menú de un solo dedo de ruptura. La democracia no pertenece a nadie, pero es de todas y de todos, esa colectividad juega día a día la pasión y vocación de hacer de México un país ejemplar.
A solo 4 días de la gran elección de nuestro porvenir es importante hacer una modesta pedagogía pública. Informémonos sobre propuestas y candidatos. Revisemos sus narrativas, investiguemos y evaluemos las candidaturas. Para tomar una decisión informada, sobre todo razonada, conozcamos perfiles y plataformas de partidos. El diálogo de ciudadanía no requiere intermediarios. ¡Tú decides!
Localicemos nuestra casilla. La liga de internet es: https://ubicatucasilla.ine.mx, localiza en tu credencial la sección a la que correspondes, anotémosla en el formato y nos orientará cuál es su domicilio. Esa casilla estará muy cerca de tu casa.
Tengamos a la mano nuestra credencial para votar con fotografía, no la prestemos, no demos nuestros datos, no la olvidemos. La credencial es una cédula profesional (no plagiada) del título más importante del mundo social, nuestra CIUDADANÍA. Solicitar la credencial para votar es delito penal. A propósito, los apoyos de “Bienestar” son constitucionales NADIE TE LOS PUEDE QUITAR.
El día de la jornada electoral hagamos un ejercicio de ciudadanía y desarrollo de la comunidad. Manifestemos a los integrantes de Mesas Directivas de Casilla el cuidado que tendremos de ellos y el apoyo para su seguridad y tranquilidad. Pongámonos de acuerdo con los vecinos, es importante que su autoridad tenga desde la distancia prudente a la casilla la certeza que estamos al pendiente de ellos.
Marquemos la boleta correctamente. Al votar la boleta la transformamos en voto. Sigamos las instrucciones de los funcionarios de casilla. Marquemos con una cruz o aspa el recuadro de nuestra elección. La decisión democrática es: un partido político una candidatura. ¡No fraccionemos el voto, es buen consejo! Seamos leales auxiliares de la tranquilidad y la paz, la ciudadanía pone en orden a todos los traviesos.
Algo fundamental, tomemos fotografías del CARTEL DE RESULTADOS ELECTORALES que el presidente y secretario de la mesa colocan al final de la jornada en el exterior del domicilio de la casilla, tiene valor jurídico, en caso necesario. Este documento es antídoto de todo posible veneno ponzoñoso de “vociferar fraude”.
Actuemos con gran compromiso. Votar es derecho y responsabilidad ciudadana, oportunidad para expresar nuestra opinión, ¡contribuyamos al proceso democrático! La única manera política de amedrentar a las inquietas “… palomas mensajeras, y halcones amenazantes”, es que salgamos a votar todas y todos, ¡nadie está exento!
Antes de votar hagamos una auditoría de ciudadanía política. Una revisión y evaluación nos servirá para decidir. Preparémonos, descubramos la trascendencia de auditar. Revisemos el “tsunami de información”. Veamos las finanzas nacionales, la deuda externa, desvelemos las mentiras sobre el estado que guarda la nación, confrontemos la realidad en modo “verdad desnuda”. Auditemos con sentido político pruebas y realidades para evaluar el cumplimiento de acuerdos, proyectos, compromisos, en elecciones anteriores. Encontremos hallazgos relevantes. Confrontemos mediante la lógica del lenguaje lo que nos dicen sobre los problemas de la nación.
Auditemos economía: dos billones de pesos invertidos en PEMEX, otros dos billones solo para pago de la deuda externa 2024; salud: un sistema ineficaz muy lejano al “modo Dinamarca”; cultura: una atmosfera sin sinergias creativas; educación: lecto-escritura, matemáticas, lenguaje, lectura: reprobados…; seguridad: promedio de 100 homicidios diarios, más desapariciones, más carreteras franquiciadas a “traviesos”…; relaciones internacionales: corregir los agravios a todo país NO socialista…; energía: uso desproporcionado de energías fósiles…; respeto a la constitución: ¿Se honra la legalidad, el gobernante hace solo lo que la ley le señala?, ¿los Derechos Humanos son garantes de la convivencia nacional?, ¿tenemos libertad de tránsito, expresión, culto…?
¡La respuesta es tuya, VOTA!