El deshielo récord registrado en 2023 en la Antártida hubiera sido “extremadamente improbable” sin el calentamiento global, según un estudio publicado este lunes 20 de mayo.
El calentamiento global debido a la actividad humana “cuadruplicó” el riesgo de que se produzca este fenómeno, que antes solo ocurría “una vez cada 2,000 años”, afirmaron científicos del Instituto de Investigación British Antarctic Survey.
En 2023, la extensión de las placas de hielo sobre el mar Antártico, que se derrite en verano, pero se recupera en invierno, midió 2 millones de kilómetros cuadrados menos que el promedio en el invierno polar, una reducción equivalente a la superficie de México, destacó este observatorio británico.
Hasta hace poco, la extensión de la banquisa antártica era relativamente estable, aunque registraba fuertes variaciones anuales, a diferencia de la situación en el Polo Norte, donde hay un deshielo marcado desde 1970.
Sin embargo, este récord registrado en 2023, tras siete años sucesivos de deshielos marcados, muestra que en Antártida también hay una tendencia a la baja. Estudios anteriores de este observatorio han mostrado que un nivel de deshielo anormal ha provocado la muerte de miles de polluelos de pingüino emperador.
EL DESHIELO EN LA ANTÁRTIDA Y LA POSIBLE EXTINCIÓN DEL PINGÜINO EMPERADOR
En septiembre de 2023, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió en un informe que, al ritmo del calentamiento global actual, el pingüino emperador estará casi extinto a finales de siglo.
La predicción se basa en el análisis de imágenes de satélite en el centro y este del Mar de Bellingshausen de 2022, que mostraron la ausencia de hielo en los lugares de cría mucho antes de que los polluelos hubieran desarrollado plumas impermeables.
“La caída del hielo marino antártico este año ha sido realmente espectacular. Lo que ocurre en la Antártida y el Ártico afecta a todo el planeta”, declaró el jefe de vigilancia climática de la agencia de la ONU, Omar Baddour, en ese entonces.
De acuerdo con la OMM, la ausencia de hielo está asociada a una temperatura de la superficie del mar inusualmente cálido en todo el Océano Austral, así como a una temperatura de la superficie atmosférica más cálida en gran parte de la Antártida Oriental.
La enorme extensión de hielo glaciar de la Antártida y la capa de hielo marino que la rodea son fundamentales para regular el clima porque reflejan la energía solar hacia la atmósfera y el espacio. En cambio, la superficie oscura del océano absorbe la mayor parte de la energía solar. Por tanto, menos hielo marino contribuye a aumentar las temperaturas, alimentando así un círculo vicioso, según esta organización. N