Un grupo de científicos desarrolló una novedosa técnica que revela los detalles ocultos de fotografías gravemente dañadas y que desvelan imágenes del siglo XIX que parecían “perdidas para siempre”. En un artículo —publicado en el volumen mayo-junio 2024 de la revista Journal of Cultural Heritage—, el equipo que encabeza el Dr. Tsun-Kong Sham, profesor distinguido de la Universidad de Ontario Occidental (en la ciudad de London, Ontario, Canadá), describe la eficacia de su innovadora técnica para recuperar imágenes corrompidas de daguerrotipos: una de las primeras formas de la fotografía.
Con base en la estrategia que describieron inicialmente en 2018, los investigadores hallaron que su técnica produce buenos resultados no obstante la gravedad del daño que la corrosión natural, o los intentos de limpieza, hayan ocasionado en la superficie de las placas de daguerrotipo.
Inventado en la década de 1830 por el francés Louis Jacques Mandé Daguerre, la daguerrotipia fue el primer proceso fotográfico comercial en la historia de la humanidad.
La ingeniosa técnica utilizaba placas de cobre cubiertas con una fina capa de plata pulida a espejo, y tratadas con sustancias químicas que las volvían sensibles a la luz. Dichas placas se colocaban en el interior de una caja (cámara oscura), a la que se retiraba la cubierta para permitir la entrada de luz y así grabar la imagen en la placa.
¿CÓMO FUNCIONABAN LOS DAGUERROTIPOS?
El tiempo de exposición dependía de las condiciones de luz, de modo que variaba mucho. Sin embargo, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos detalla que los primeros daguerrotipos requerían de entre 3 y 15 minutos de exposición, por lo que la técnica era bastante impráctica para producir retratos.
Tras la exposición lumínica, la placa se sometía a un segundo tratamiento con otras sustancias químicas que fijaban la imagen, para después enjuagarla y sellarla con un vidrio de protección.
Hacia fines de la década de 1850, la daguerrotipia comenzó a perder popularidad a causa de la introducción de procedimientos fotográficos más rápidos y menos costosos. Otro inconveniente era que la técnica no producía negativos, de manera que cada daguerrotipo era una imagen única. “Podías hacer una y se acabó”, dice Sham en el video YouTube que describe la investigación.
Ahora bien, es justo esa singularidad lo que confiere a cada daguerrotipo su valor histórico. El problema es que el paso del tiempo ha ocasionado que las “partículas de imágenes” se corrompan a resultas de la exposición ambiental y del contacto con el vidrio que protege la placa.
De allí que Sham y sus colegas se plantearan la posibilidad de aplicar estrechos haces de radiación X para recuperar imágenes de daguerrotipo manchadas y muy deterioradas.
“Decidimos hacer un experimento en 2018 y, a partir de entonces, hemos mejorado la técnica hasta obtener imágenes de mucha mayor calidad. En estos momentos, nuestro procedimiento consiste en utilizar rayos X mucho más suaves”, informa el profesor.
EL ACELERADOR DE PARTÍCULAS PRODUCE UNA LUZ EN EXTREMO BRILLANTE
Esa radiación X “más suave” está disponible en el Canadian Light Source (CLS), un centro nacional de investigación ubicado en Saskatoon, Saskatchewan. El CLS es la única instalación canadiense que trabaja con radiación de sincrotrón, un tipo de acelerador de partículas que produce una luz en extremo brillante. Instalaciones como esa tienen varias aplicaciones e impulsan el desarrollo de diversos campos científicos, desde salud y agricultura hasta ciencia de materiales.
“La luz de sincrotrón tiene una intensidad y brillantez muy particulares, y es posible generarla en toda la gama del espectro electromagnético: desde la luz infrarroja hasta la luz visible y los rayos X”, explica la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nuclear (ANSTO, por sus siglas en inglés).
Para el estudio recién divulgado, Sham y sus colegas trabajaron directamente en el CLS para aplicar la radiación de sincrotrón a placas de daguerrotipo que datan del siglo XIX.
Propiedad de coleccionistas privados y de la Galería Nacional de Canadá, las placas utilizadas estaban gravemente manchadas, sin duda por el deterioro del tiempo y posibles intentos de limpieza.
Gracias a su estrategia, el equipo logró recuperar varias imágenes corrompidas, incluidas las de un caballero y de una dama joven vestidos con ropa de la década de 1850, así como la de un bebé acunado en una manta.
“Lo más emocionante fue que revelamos imágenes que parecían perdidas para siempre”, señala Sham en un comunicado de prensa. “Fue como descubrir personajes anónimos del siglo XIX y aprender algo de su historia y su cultura”.
TIENE EL POTENCIAL DE RECUPERAR IMÁGENES PERDIDAS
Otro resultado fue que los investigadores confirmaron que la eficacia de su estrategia depende, en gran medida, de la integridad de las partículas de imagen que ocultan las manchas. La reciente investigación podría ser de gran importancia para los historiadores, ya que ofrece el potencial de recuperar imágenes perdidas.
“Cuando la corrosión empaña la superficie, los daguerrotipos pierden mucho de su valor debido a que no es posible estudiarlos o exhibirlos de manera adecuada”, escriben los autores en su estudio. “Por ello la recuperación de imágenes devuelve a los daguerrotipos su valor como patrimonio cultural. En ciertos casos, los sujetos son personajes públicos como políticos, artistas, celebridades o autores, y sus retratos nos permiten vislumbrar algo de sus vidas.
“Museos, galerías y archivos fotográficos de todo el mundo cuentan con grandes colecciones públicas de daguerrotipos… aunque también hay muchas colecciones privadas. Algunas en condiciones inmejorables, y otras no tanto”.
La innovadora técnica podría tener aplicaciones para muchos otros campos científicos. Por ejemplo, podría usarse en el estudio de fósiles y artefactos históricos muy deteriorados, y resultaría de enorme utilidad a los investigadores que estudian la corrosión de materiales.
“[Nuestra técnica] permitiría determinar si un metal es resistente o no a la corrosión”, puntualiza Sham en el comunicado de prensa. “Y en el caso de un material ya corrompido, podría revelar cuál es el producto de la corrosión y su distribución en la superficie; y, de esa manera, hacer ingeniería inversa para encontrar la manera de evitar que ocurra la corrosión”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)