El desequilibrio hormonal en las mujeres es muy común hoy en día y se debe en gran medida a la alimentación, el estilo de vida sedentario, el exceso de estrés y la contaminación ambiental que vivimos todos los días.
Algunos de los síntomas asociados con el desequilibrio hormonal son: cansancio extremo, irritabilidad, ansiedad o nerviosismo inexplicables, dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, un aumento o pérdida de peso inexplicable, la aparición de acné, sentirse deprimido, hinchazón en la cara y confusión o mala memoria.
Sin embargo, existen formas muy efectivas que las mujeres pueden practicar para minimizar el impacto asociado con las principales transiciones hormonales a lo largo de la vida. Les comparto cuatro pasos para ayudar al balance hormonal:
DESINTOXÍCATE PARA REDUCIR EL DESEQUILIBRIO HORMONAL
Los químicos disruptores endocrinos, o EDC, están por todas partes y tienen el potencial de interferir con la expresión hormonal natural, lo que puede hacer que las transiciones hormonales, como la menopausia, sean más severas de lo necesario.
Muchas de estas sustancias químicas entran en una categoría de toxinas conocidas como xenoestrógenos, las cuales “imitan” los efectos de la hormona estrógeno en el cuerpo, pero de una manera muy dañina, pues alteran la función normal de los estrógenos al tiempo que inundan el hígado con impostores de estrógenos, que luego intenta desesperadamente metabolizar. Los xenoestrógenos también pueden interferir con la producción de estrógeno de los ovarios y las glándulas suprarrenales. Se encuentran especialmente en los plásticos con BPA.
Un régimen de desintoxicación regular, acompañado con minimizar el uso de plásticos (especialmente para cocinar y almacenar alimentos), son las mejores formas de combatir los xenoestrógenos.
MINIMIZA EL ESTRÉS
El estrés es un importante “ladrón” de hormonas que puede enviar a una mujer a un camino desastroso de “lucha o huida” que la deje debilitada y enferma. En una situación que genera estrés, el cuerpo de una mujer intentará adaptarse redirigiendo su carga hormonal a la situación actual, dejando pocas o ninguna hormona para otros procesos corporales importantes como la reproducción o la salud básica.
Las hormonas reproductivas, así como las que participan en la regulación de funciones metabólicas importantes, no son la primera prioridad del cuerpo durante los estados de “emergencia” de estrés crónico. Por eso es importante encontrar (y utilizar) técnicas para aliviar el estrés: caminar a paso ligero, respirar profundamente, hacer yoga o meditar.
ALIMENTA BIEN TU CUERPO
Una buena alimentación se vuelve aún más crítica en épocas de transición hormonal cuando el cuerpo necesita una nutrición abundante y densa de alta calidad para producir las hormonas que requiere para prosperar.
Un buen punto de partida para comer bien es centrarse en consumir comidas equilibradas y ricas en macronutrientes. Piensa en alimentos integrales, proteínas de alta calidad, carbohidratos complejos y muchas grasas saludables, como las que se encuentran en los aguacates y las semillas. Comer alimentos ricos en probióticos, como el kimchi y el chucrut, también es muy útil, al igual que ingerir alimentos prebióticos que alimentan los probióticos, o “bacterias buenas”, del cuerpo, como el ajo y la cebolla.
Por otro lado, los alimentos que producen inflamación están absolutamente prohibidos, en parte debido al terrible impacto que tienen tanto en la producción hormonal como en la digestión saludable de las mujeres. Del mismo modo, se deben evitar las grasas no saludables como los aceites vegetales, incluidos los de soja y canola, así como las grasas trans, debido a sus propiedades proinflamatorias.
Para muchas mujeres puede resultar difícil controlar los factores estresantes del día a día que afectan negativamente a sus hormonas, incluso si siguen las pautas enumeradas anteriormente. En realidad, existe toda una clase de hierbas conocidas como adaptógenos, especialmente adecuadas para apoyar los esfuerzos del cuerpo para combatir el estrés prolongado.
CONSUME HIERBAS ADAPTÓGENAS Y EQUILIBRANTES PARA EVITAR EL DESEQUILIBRIO HORMONAL
Como su nombre lo indica, los adaptógenos ayudan al cuerpo a adaptarse a situaciones difíciles de la vida que contribuyen al estrés crónico. Estas son de las mejores hierbas adaptógenas y equilibrantes hormonales para mujeres:
Ashwagandha. Esta es una de las hierbas más efectivas y tiene beneficios científicamente probados para combatir las hormonas del estrés como el cortisol. Ashwagandha no solo puede mejorar la función reproductiva y el deseo sexual en las mujeres, sino que también se ha demostrado que ayuda aún más a aliviar los efectos secundarios asociados con la menopausia como ansiedad, sofocos y depresión.
Maca. También conocida como ginseng peruano, la raíz de maca es otra hierba adaptógena conocida por ayudar a tratar síntomas como sofocos, sudores nocturnos y alteraciones del sueño. Se sabe además que la raíz de maca ayuda a estimular la libido, mejorar la función sexual e incluso puede ayudar a tratar la infertilidad en un grado igual o mayor que la terapia de reemplazo hormonal (TRH) estándar debido a su capacidad para aumentar naturalmente los niveles de LH.
Dong quai. Se ha utilizado durante mucho tiempo en la medicina tradicional china (MTC) para reponer y tonificar la sangre, así como para aliviar el dolor, combatir el estreñimiento y tratar la menstruación irregular y la amenorrea.
Para la mayoría de las mujeres, tomar medidas siguiendo una combinación de todas estas recomendaciones puede convertirse en una poderosa diferencia en el equilibrio de sus hormonas. N
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Jessica Nasser es licenciada en nutrición clínica, certificada como entrenadora personal por la World Fitness Association y diplomada en nutrición vegetariana. Los puntos de vista de este artículo son responsabilidad de la autora.