Científicos del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, en Washington, Estados Unidos, descubrieron cinco nuevos erizos de pelaje suave en el sudeste asiático.
Este hallazgo se da tras un “año dorado” de descubrimientos de especies de erizos, que los investigadores esperan que fomente una protección más sólida para estos animales y los delicados entornos que los sustentan.
Los erizos de pelaje suave, o gimnuros, son los parientes peludos tropicales de las criaturas espinosas parecidas a los puercoespines que conocemos y amamos.
“Los gimnuros carecen de la apariencia espinosa de sus contrapartes y son exclusivos del sudeste asiático”, dice a Newsweek Arlo Hinckley, líder del estudio e investigador postdoctoral del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano y de la Universidad de Sevilla.
“En Malasia se les llama ‘tikus babi’, que significa ‘rata-cerdo’, tal vez porque parecen ratas con nariz de cerdo o porque algunas especies parecen tener un olor porcino muy fuerte”.
Los erizos de pelaje suave son omnívoros y se alimentan principalmente de invertebrados (aunque Hinckley dice que también les gustan los plátanos y los camotes).
“Se les puede observar durante el día, buscando alimento y olfateando en lugares con muchas raíces de árboles, troncos, rocas, arbustos o pasto alto, donde pueden esconderse fácilmente”, añade el investigador.
2023, AÑO DORADO DEL DESCUBRIMIENTO DE ESPECIES DE ERIZOS
Al estudiar especímenes de su propio trabajo de campo y 14 colecciones de museos de historia natural de todo el mundo, Hinckley y su equipo realizaron análisis físicos y genéticos en 232 especímenes físicos y 85 muestras de tejido para identificar cinco nuevas especies distintas de erizo de pelaje suave. Sus resultados se publicaron en la revista científica Zoological Journal of the Linnean Society el 21 de diciembre.
“El 2023 fue el año dorado del descubrimiento de especies de erizos, ya que identificaron ocho nuevas especies, cinco en nuestra investigación y tres en otros dos estudios”, explica Arlo Hinckley.
“Siete de las nuevas especies de erizos identificadas en 2023 son de pelaje suave, por lo que la diversidad de estas casi se duplicó en un año”, añade el científico que comandó la investigación.
De sus descubrimientos, tres erizos anteriormente ya se consideraban una subespecie, mientras que dos son completamente nuevos para la ciencia.
“Las dos nuevas especies que describimos estaban alojadas en el Instituto Smithsoniano desde los años 1930 y 1960. Fueron examinadas y pasadas por alto incluso por taxónomos estrella”, aclara Hinckley. “Nuestros hallazgos son el resultado de avances tecnológicos en el campo de la genómica de los museos y los esfuerzos de recolección de especímenes intergeneracionales”.
¿POR QUÉ ES TAN IMPRESCINDIBLE ESTUDIAR ESTAS ESPECIES?
“La conservación de la biodiversidad es fundamental para la supervivencia humana”, afirma Hinckley. “Los diversos ecosistemas ofrecen una multitud de servicios ecosistémicos debido a la variedad de especies e interacciones que albergan. Esta biodiversidad contribuye a la resiliencia y estabilidad de los ecosistemas. Y ello contribuye a funciones esenciales como la polinización, la purificación del agua, la regulación del clima y el ciclo de nutrientes.
Añade el científico: “Las descripciones de las especies contribuyen a nuestra comprensión de cuántas especies existen y cómo se distribuyen, lo que guía a las partes interesadas en el diseño de áreas de prioridad de conservación a que maximicen la protección de la biodiversidad. Esto es particularmente importante en el sudeste asiático, que tiene las tasas más altas de deforestación en el mundo”.
Arlo Hinckley comparó sus hallazgos con el descubrimiento de una pintura de Picasso en una colección de arte. “Da a estos lugares un valor adicional y, con suerte, financiamiento para proteger un patrimonio tan importante”, afirma.
“También creo que aporta una mayor comprensión de la diversidad de posibles reservorios de mamíferos. Y la recolección y curación de especímenes asociados pueden desempeñar un papel fundamental [en] la identificación de las fuentes de enfermedades zoonóticas emergentes en los seres humanos en la vida silvestre”.
Asimismo, destaca la importancia de estudiar las colecciones de los museos: “Podemos y debemos seguir explorando los museos en busca de nuevas especies. Seguramente hay muchas otras especies de mamíferos que se recolectaron durante el siglo pasado y que están esperando ser identificadas en estas instituciones”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)