Imagina que pudieras obtener todos los beneficios del ejercicio con tan solo tomar una pastilla. Puede sonar a ciencia ficción, pero investigadores en Florida pueden haber logrado precisamente eso. Un nuevo fármaco, hasta ahora probado en ratones, conduce a una pérdida de peso controlada al convencer a los músculos del cuerpo de que están haciendo más ejercicio de lo que realmente hacen.
Este experimento representa una emocionante alternativa a los medicamentos para la pérdida de peso como Ozempic y Wegovy: “Estos medicamentos actúan principalmente al controlar el hambre (ingesta de alimentos reducida), mientras que la nueva clase de fármacos aumenta la actividad metabólica de los músculos, imitando los efectos del ejercicio sin afectar la ingesta de alimentos”, dice a Newsweek Thomas Burris, profesor que lideró la investigación sobre el medicamento en la Universidad de Florida.
“Este medicamento aumenta el gasto de energía en reposo, algo que también se observa cuando una persona hace ejercicio. Los cambios fisiológicos en el músculo son similares a los que se observan en condiciones de ejercicio aeróbico repetido”, añade Burris.
“Cuando tratas a los ratones con el medicamento, puedes ver que todo el metabolismo de sus cuerpos se vuelve hacia el uso de ácidos grasos, lo cual es muy similar a lo que las personas experimentan cuando están en ayunas o haciendo ejercicio. Y los animales comienzan con la pérdida de peso”, explica el especialista.
PÉRDIDA DE PESO TRAS INGERIR EL MEDICAMENTO
Este nuevo compuesto, conocido como SLU-PP-332, no solo acelera el metabolismo en reposo, sino que también mejora la función muscular y la resistencia, a diferencia de los medicamentos para la pérdida de peso en el mercado hoy en día.
Investigaciones anteriores, realizadas por Burris y su equipo en marzo pasado, encontraron que los ratones con peso saludable a los que se les administró esta medicina corrieron un 70 por ciento más tiempo y un 45 por ciento más lejos que ratones que no recibieron el compuesto.
En su estudio más reciente, publicado el 27 de septiembre en la revista especializada Journal of Pharmacology and Experimental Therapeutics, el equipo probó el medicamento en ratones obesos. Descubrieron que podían correr un 50 por ciento más que antes; produjeron diez veces menos grasa que los ratones no tratados durante el periodo de estudio de un mes; y perdieron 12 por ciento de su peso corporal a pesar de comer la misma cantidad de alimentos y hacer la misma cantidad de ejercicio.
“Utilizan más energía simplemente viviendo”, dice Burris. Sin embargo, se alentaría a los pacientes que tomaran este medicamento a que hicieran ejercicio de cualquier modo, siempre y cuando fuera seguro hacerlo.
LA PASTILLA POTENCIA LOS EFECTOS DEL EJERCICIO
“Es probable que haya beneficios adicionales del ejercicio más allá de lo que esta clase de medicamento induce”, dice Burris. “Todavía investigamos esto, pero posiblemente estos medicamentos también potencien los efectos de al menos cierta actividad física limitada”.
Y, al igual que el ejercicio en sí, los efectos positivos de estos compuestos desaparecerían después de dejar de tomar la pastilla, lo cual resalta la importancia de establecer hábitos de vida saludables.
“Es importante enfatizar que estos medicamentos se desarrollaron teniendo en mente el tratamiento de enfermedades, no como un ‘sustituto’ del ejercicio”, explica el experto.
“Además de tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad, pueden ser útiles para tratar la pérdida de masa muscular que normalmente se asocia con el envejecimiento y diversas enfermedades genéticas asociadas con una disminución de la función muscular (por ejemplo, distrofia muscular)”, añade Burris. Ahora también sabemos que son muy eficaces en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca en modelos animales, ya que actúan directamente en la función metabólica anormal que surge cuando el corazón falla”.
Entonces, ¿cómo funciona? SLU-PP-332 actúa sobre un grupo de proteínas en el cuerpo llamadas receptores de estrógeno, o ERs. Estas proteínas están involucradas en la activación de importantes vías metabólicas en tejidos sedientos de energía como los músculos, el corazón y el cerebro, y se ha demostrado que son más activas durante el ejercicio. Lo que hace SLU-PP-332 es apuntar a estos receptores y engañarlos para que piensen que el cuerpo está haciendo ejercicio cuando no lo está.
Sin embargo, tal medicamento también tiene el potencial de ser abusado por personas que deseen alcanzar objetivos de pérdida de peso no saludables o aquellos que deseen mejorar su rendimiento atlético.
DEBE SER UN MEDICAMENTO CONTROLADO
“Proyectamos que una pastilla como esta, imitadora del ejercicio, podría tener un potencial significativo de abuso”, expresa el investigador. “Esto podría ser para perder peso más allá de lo que es saludable o para mejorar el rendimiento físico.
“El fármaco solo estaría disponible con receta, y los proveedores médicos serían la primera línea de defensa contra un uso inapropiado. Al igual que otros que mejoran el rendimiento deportivo, esperaría que medicamentos de esta clase estén en una lista prohibida (y se realicen pruebas) de varias agencias profesionales/olímpicas”.
También deben abordarse consideraciones de seguridad en la salud, aunque hasta ahora el equipo no ha observado efectos secundarios graves: “Una de nuestras preocupaciones generales es el potencial de aumentar el gasto de energía a niveles peligrosos, pero lo que hemos notado es que estos medicamentos parecen autorregularse al nivel que induciría el ejercicio natural”.
Por supuesto, “todavía estamos investigando posibles efectos secundarios, y esta es un área importante a medida que desarrollamos los medicamentos para ensayos clínicos”.
Si todo sale bien, estas medicinas podrían estar disponibles en tan solo cinco años. “Actualmente estamos optimizando los medicamentos para evaluar su actividad en futuros ensayos clínicos en pacientes”, concluye Thomas Burris. “Aunque podrían usarse en pacientes en los próximos dos años, estos serían ensayos clínicos previos a la aprobación de la FDA [Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos] llevarían varios años más. Es probable que pasen al menos cinco años hasta que tenga el potencial para estar en el mercado”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)