Tú tienes lo que busco, lo que deseo, lo que amo,
tú lo tienes. El puño de mi corazón está golpeando,
llamando. Te agradezco a los cuentos, doy
gracias a tu madre y a tu padre, y a la muerte
que no te ha visto. Te agradezco al aire.
JAIME SABINES
La hermosa ciudad de Palenque la visité por primera vez el 17 de diciembre de 2018, un día inolvidable. Es importante destacar que no pude estar presente en la celebración del cumpleaños de mi padre, quien nació precisamente en esa fecha en 1936. Sin embargo, posteriormente, mi adorado mentor comprendió y me felicitó cordialmente al conocer la razón por la que no pude acompañarlo.
La verdad es que tuve el privilegio monumental de asistir a la consulta de los pueblos originarios para el inicio de las obras del Tren Maya, que recientemente ha entrado en su primera fase de pruebas, no de inauguración, cabe aclarar, y lo digo específicamente por aquellos que buscan en todas las cosas de este gobierno lo negativo: quieren que nada funcione en este país. Solo les recuerdo que este gobierno dejará un testimonio de infraestructura de dos aeropuertos, tres trenes en menos de cinco años, nada más.
Chiapas es origen y destino de algunas de las civilizaciones más antiguas del mundo, tan es así, que aun afortunadamente prevalecen infinidad de aspectos de razas milenarias. Su etnología es muy amplia con infinidad de grupos entre, lacandones, tzeltales y choles, por citar algunos de los más numerosos. La zona arqueológica de Palenque no ha sido completamente explorada, sin embargo, esto resulta además de sorprendente enriquecedor, porque de manera recurrente se generan nuevos descubrimientos, de esta cultura cuyo legado es invaluable para México y el mundo.
Con una población de menos de 60 mil habitantes, esta ciudad fue una de las primeras en fundarse en nuestro país en el año 1567, bajo la dirección de Fray Pedro Lorenzo. Un dato curioso es que se asegura que esta fundación tuvo lugar el 30 de mayo. Vale la pena destacar que pasaron casi dos siglos antes de que otro sacerdote, don Antonio Solís, descubriera la Zona Arqueológica a mediados del siglo XVII. Además, es importante recordar que fue el Gobernador don Manuel Velasco Suarez quien en el año 1972 le otorgó a la ciudad la categoría de Ciudad y la nombró cabecera del Ayuntamiento. En el marco de las antiguas estructuras de piedra se encuentran enclavados los vestigios diversos de la gran cultura Maya, su dimensión sobrepasa los siete kilómetros de oriente a poniente, en medio de la selva más grande de nuestra tierra: la Selva Lacandona… cómo olvidarla.
De niño recuerdo que, durante el primer año de primaria, en el añorado Instituto México, en Tijuana, por una razón que no alcanzó a comprender, tuve dos clases que inmediatamente se convirtieron en mis favoritas. Con los años cambiarían de título. La primera fue algo así como “Lengua Nacional” que más tarde según entiendo se llamaría “Taller de Lectura y Redacción”, no olvido tampoco “Lógica y Filosofía”, siempre ha sido necesario comprender el origen del “todo” para aprender… La segunda clase que se convirtió en mi favorita, es la que nos tienta aquí con este texto: “Historia”, así de simple y sencillo. Materia que encierra un universo infinito por conocer, por aprender, por descubrir.
“¿Qué es Palenque y Bonampak, maestra?”, pregunte con mi voz infantil a la profesora Olivia del Monte Peña [de la que todos mis compañeros de clase estaban enamorados al igual yo]. Nuestra titular del primer año con su melodiosa voz explico y detalló que eran las ruinas mexicanas más hermosas del sureste, solo acerté a precisar que algún día las visitaría, desatando la burla de todos los compañeros.
De este hecho ha pasado más de medio siglo y la bella maestra tenía monumental razón, es una región muy especial y hermosa. Dos veces más he regresado en lo que va de la presente administración, en ambas ocasiones con el alto honor de acompañar las giras del licenciado Andrés Manuel López Obrador, para revisar los avances de las obras del Tren Maya, algo que jamás olvidaré y que atesoro en mi corazón. De Chiapas, así como los quetzales, han salido grandes poetas como lo fuera Jaime Sabines y la inolvidable Rosario Castellanos que, aunque nació en la Ciudad de México, fue en Chiapas donde comenzó a escribir su extensa obra que ahora perdura en la historia universal.
Gracias eternas por leerme… N