“Un agradecimiento eterno y enorme a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, porque ellas nos enseñaron que seguir buscando es una forma de lucha”. Estas líneas marcan los agradecimientos finales del libro Miseria (Alfaguara, 2023), obra más reciente de Dolores Reyes. La escritora y docente argentina —caracterizada por abordar temas como feminicidio y desapariciones— regresa con la segunda parte de su obra debut, Cometierra (Sigilo Editorial, 2019).
Inspirada en la dictadura de Jorge Rafael Videla, el militar argentino que llegó al poder por medio de un golpe de Estado en 1976 y que durante cinco años comandó un sanguinario gobierno que dejó cientos de torturas y miles de desaparecidos, Dolores Reyes retoma argumentos de la desaparición forzada y violencia de género, pero suma tópicos como sororidad y violencia obstétrica, desde el realismo mágico.
“Nací en 1978, en plena dictadura de Videla, cuando desaparecieron alrededor de 30,000 individuos. Crecí viendo organizaciones como las Madres Plaza de Mayo, las buscadoras de Juárez y otras tantas como las Madres de Soacha (asociación conformada por familiares de los hombres asesinados por militares del Ejército Nacional de Colombia). Fue una fuente de inspiración”, confiesa en entrevista con Newsweek en Español.
Aclamada como uno de las mejores novelas latinoamericanas del año, según The New York Times, El País, Página 12 y El Mundo, además de ser traducida a 14 idiomas, Cometierra sigue el relato de una mujer con un don especial e irrepetible: al comer tierra que estaba en contacto con otros cuerpos puede rastrear a una persona desaparecida.
Si en la primera obra estaba el dolor de los cuerpos y el tratamiento de la violencia de género en América Latina y la maternidad, en Miseria el dolor de las ausencias se hace presente.
“CONSTRUYO PERSONAJES QUE PASAN POR LOS SENTIDOS Y LA CORPORALIDAD”
Este personaje surgió tras participar en un taller de escritura de Selva Almada en Espacio Enjambre, donde un compañero, Marcelo Carnero (poeta y narrador), leyó un fragmento de un texto. Mientras cerraba los ojos y escuchaba, Dolores Reyes fue imaginando a una joven delgada con cabello llovido —escurridizo— que realzó su imagen cuando aquella prosa poética terminó en “tierra de cementerio”.
“Estaba yendo a un taller que era como un centro de experimentación artística en Argentina. Hace tiempo que venía escribiendo cuentos y en estos últimos ya hacía foco en los feminicidios; también cuando tiran los cuerpos de las jóvenes a la basura. Cuando dijo ‘tierra de cementerio’, imaginé a una nena flaquita sentada en un cementerio que comía esa tierra bajo su cuerpo. Ahí se me ocurrió el tema de que, cerrando los ojos después de comer, pudiera ver lo que la tierra le mostraba; una suerte de clarividencia por visiones”, detalla.
Madre de siete hijos y también docente de enseñanza primaria en Buenos Aires, la autora escribió una novela negra dividida en tres partes, presentada en primera persona que alterna las voces de dos personajes. Entre edificios que tapan el cielo, negocios y carteles que transforman la noche en día y multitudes en movimiento, Cometierra va acostumbrándose a la ciudad.
Sin embargo, un augurio de muerte, la llegada de un bebé y la necesidad de encontrar a las mujeres que faltan, fuerzan a esta “vidente” a revisar su juramento de no volver a probar tierra.
Ante peligros aun mayores deberá usar una vez más su don, pero ahora acompañada de una aliada incondicional: Miseria. Si la primera sufrió violencia intrafamiliar de un padre que mata a golpes a su madre, este último personaje experimenta violencia obstétrica.
CUANDO LA CASA DUERME, DOLORES REYES ESCRIBE
—Hay dos contrastes de personalidades: uno de vitalidad y juventud como sucede con Miseria, y otro un poco más fatalista que es Cometierra, ¿cómo conviven en tu novela? —preguntamos.
—Miseria es una chispa de vida, extrovertida y con mucho carisma. Construyo personajes y tramas que no solo pasan lo intelectual, sino también por los sentidos, emociones y corporalidad. Aquí ambas son amigas, se sostienen y acompañan. Cometierra sale de ese lugar de reflexión y de alguna forma se empieza a activar cuando tiene un sueño sobre Miseria. La ve sola, llorando, adentro del hospital, con un camisón manchado por sangre y sin ningún infante.
“Si algo cambió desde la llegada del bebé, fueron los ojos en los carteles. Ya no me marean las caras jóvenes ni pienso que son pibas que no van a volver. Todas me parecen vivas. (…) Ojos de fotocopias me piden que haga algo por ellos”, se lee en un fragmento de su libro, en donde la esperanza podría llevar a Cometierra a una nueva misión.
—Primero publicaste en una editorial pequeña y posteriormente brincaste a Alfaguara, ¿qué significa para ti ese gran salto y reconocimiento de tus escritos?
—Pensé que solo iban a leerme compañeros del taller, familiares, amigos; al final, gente supercercana. Fue una sorpresa increíble todo lo que pasó después de publicarse la primera novela. Me escribía gente de muchos países como Perú y Bolivia, donde Cometierra no había llegado, porque Sigilo es una editorial de Argentina.
Desde preescolar, Dolores Reyes comenzó su relación con la lectura; era fascinante cuando sus profesoras leían frente al grupo. Con el tiempo, inició yendo a bibliotecas populares y devorando libros de cualquier sitio. Así conoció a grandes escritoras como Silvina Ocampo, Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik, Sara Gallardo, Mariana Enríquez y Fernanda Melchor.
Para la autora argentina, cuando la casa duerme, resulta un momento idóneo para escribir. Tener un tiempo de soledad le permite crear grandes relatos. Sin embargo, también redacta en momento cuando sus hijos le hablan o están comiendo. Con muchos fanáticos en cartera, podría llegar una tercera entrega sobre Cometierra y Miseria.
“Muchas personas me dicen ‘la leí en tres días, me encantó, cuándo sale otro libro’, pero no es tan fácil, es un proceso largo. A mí no me gusta repetirme. Me gusta que las novelas sean autónomas; por ahora hay que esperar. Aunque hay un proyecto lindísimo que es una serie basada en mis ediciones. Igual en 2024 tendré más novedades”, concluye vía remota. N
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