La familia de Henrietta Lacks —una mujer negra cuyas células cancerosas fueron recolectadas sin su conocimiento y utilizadas en una amplia investigación médica durante muchos años— resolvió una demanda contra la empresa de biotecnología Thermo Fisher Scientific, el 1 de agosto. Hasta ahora, la familia no ha recibido ninguna compensación por las contribuciones de Lacks a la medicina. Su historia fue la base del libro superventas La vida inmortal de Henrietta Lacks (Crown, 2010) de Rebecca Skloot, y de una película para televisión de 2017. El 1 de agosto habría sido el cumpleaños 103 de Lacks.
“No podría haber habido un día más adecuado para que ella tuviera justicia, para que su familia encontrara alivio”, dijo su nieto, Alfred Lacks Carter Jr., a la Associated Press. “Fue una larga lucha, de más de 70 años, y Henrietta Lacks tiene su día”.
En la demanda, presentada en octubre de 2021, la familia argumentó que la compañía vendió las células de Lacks y buscó los derechos de los productos médicos desarrollados a partir de investigaciones hechas con ellas sin ningún permiso. En una declaración conjunta, ambas partes en el caso dijeron que los términos del acuerdo eran confidenciales y agregaron: “Las partes están complacidas de haber podido encontrar una manera de resolver este asunto fuera de la Corte y no tendrán más comentarios”.
HENRIETTA LACKS Y SUS CÉLULAS
Lacks nació el 1 de agosto de 1920 en Roanoke, Virginia. A la edad de 31 años, la madre de cinco hijos visitó el Hospital Johns Hopkins en Baltimore a causa de dolor en el cuello uterino y sangrado. Los médicos le descubrieron una masa cancerosa. Ocho meses después de su diagnóstico, el 4 de octubre de 1951, Lacks murió y fue enterrada en una tumba sin nombre. Pero ese no fue el final de su historia.
A lo largo de su tratamiento en el hospital, los médicos de Lacks recolectaron muestras de sus células tumorales y las enviaron a un laboratorio para su análisis. Si bien la mayoría de las células humanas pueden sobrevivir solo unos pocos días en condiciones de laboratorio, las de Lacks continuaron creciendo y dividiéndose indefinidamente, como si fueran inmortales.
Esta “inmortalidad” es común entre las células cancerosas, pero las de Lacks pudieron reproducirse anormalmente rápido, incluso para las células cancerosas. Las suyas se usaron para crear la primera línea celular humana inmortal, denominada células HeLa.
Durante las últimas siete décadas, las células HeLa han contribuido a aproximadamente 70,000 estudios científicos y ayudado a salvar millones de vidas. Pero Lacks nunca dio permiso para que se usaran sus células y no fue sino hasta décadas después que su familia se enteró de lo sucedido.
Estas son cinco de las contribuciones más significativas que las células HeLa han hecho a la medicina moderna.
VPH Y OTROS CÁNCERES
Las células de Henrietta Lacks, o HeLa, se utilizaron para avanzar en nuestra comprensión del cáncer cérvico-uterino, la enfermedad que la mató. En 1985, científicos alemanes dirigidos por el ganador del Premio Nobel Harald zur Hausen descubrieron que las células HeLa contenían múltiples copias del virus del papiloma humano 18 (VPH-18), una cepa peligrosa del virus que ahora se sabe es causante del cáncer cérvico-uterino.
Este descubrimiento trazó el camino para el desarrollo de las vacunas contra el VPH durante las siguientes décadas. Las vacunas contra el VPH ahora están ampliamente disponibles y han reducido las tasas de cáncer cérvico-uterino en mujeres jóvenes en más de dos tercios.
En términos más generales, las células HeLa se han utilizado para desarrollar tratamientos para retardar el crecimiento del cáncer y otros métodos de investigación.
DESARROLLO DE VACUNAS CONTRA LA POLIO
Uno de los primeros usos de las células HeLa fue el desarrollo de vacunas contra la poliomielitis. En 1953, investigadores del Hospital Johns Hopkins descubrieron que las HeLa eran una herramienta eficaz para cultivar grandes cantidades del virus de la poliomielitis para comprender mejor cómo infecta las células y causa la enfermedad.
Esta investigación se utilizó más tarde en el desarrollo de la vacuna contra la poliomielitis. Esta ha evitado aproximadamente 1.5 millones de muertes infantiles en todo el mundo desde 1988, de acuario con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
MEDICAMENTOS PARA EL VIH/SIDA
Las células HeLa se han utilizado ampliamente para estudiar los mecanismos que usa el virus del VIH para entrar en las células humanas. Las células también se emplean para estudiar cómo interactúan diferentes fármacos con este virus. Si bien no existe una cura generalizada para esta enfermedad, la investigación con células HeLa ha permitido el desarrollo de medicamentos para limitar su propagación.
CON LAS CÉLULAS DE HENRIETTA LACKS TAMBIÉN SE INVESTIGA EL ENVEJECIMIENTO
El ADN dentro de las células humanas está cubierto por una pequeña sección de material genético llamada telómero. Estos telómeros protegen los extremos de nuestros cromosomas para que no se enreden ni se deshilachen, pero también se vuelven un poco más cortos con cada división celular. Como resultado, se cree que los telómeros juegan un papel importante en el envejecimiento celular.
Las células HeLa fueron fundamentales para el descubrimiento de estas estructuras y la comprensión de los procesos biológicos del envejecimiento. En 2009, Elizabeth Blackburn, Carol Greider y Jack Szostak ganaron el Premio Nobel de fisiología por su trabajo en este campo.
VIAJE ESPACIAL
Las células HeLa incluso han mejorado nuestra comprensión del universo, aunque indirectamente. Desde 1964, se envían al espacio exterior para estudiar los efectos de la radiación y los viajes espaciales en las células humanas. N