La ciudad japonesa de Nagasaki lleva a cabo este 9 de agosto eventos en honor a las víctimas del lanzamiento de la segunda bomba atómica, que ocurrió hace 78 años. Se estima que más de 200,000 personas murieron tras el bombardeo realizado durante la Segunda Guerra Mundial por Estados Unidos, tres días después del primero, en Hiroshima.
Nagasaki rinde homenaje a los fallecidos y a los que sufrieron, además de llevar a cabo mítines y diversas manifestaciones artísticas. En un mensaje, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, enfatizó que la humanidad se enfrenta a una carrera armamentista. En cuanto a las armas nucleares, además, destacó que el tipo de armamento se ha utilizado como instrumento de coerción.
TRAS BOMBA ATÓMICA EN NAGASAKI, SIGUE LA MODERNIZACIÓN DE ARMAS
El jefe de la ONU advierte sobre la modernización de los sistemas de armas y su inclusión en las estrategias de seguridad nacional. El líder de la organización llamó la atención sobre “dispositivos de muerte más rápidos, más precisos y más furtivos”.
Guterres habla de un distanciamiento entre países y regiones en un momento marcado por la división y la desconfianza. Para él, el riesgo de una catástrofe nuclear está ahora en su nivel más alto desde la Guerra Fría. Para hacer frente a estas amenazas, el secretario general pide una declaración de unión de la comunidad internacional que destaca que el uso de armas nucleares es inaceptable.
ONU PIDE DESARME Y NO PROLIFERACIÓN DE ARMAS
La cuestión se aborda en la Nueva Agenda para la Paz al prever que los países se comprometan con urgencia en la búsqueda de un mundo libre de armas nucleares y el refuerzo de las normas globales contra su uso y proliferación. La acción de la ONU ante los líderes mundiales pretende reforzar el régimen de desarme y no proliferación con el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares.
Después de alabar los testimonios de los supervivientes, conocidos como hibakusha, António Guterres pidió a los jóvenes que continúen con la narrativa contra el tipo de armamento siendo líderes del futuro y tomadores de decisiones. Guterres también pidió que los bombardeos de Nagasaki e Hiroshima continúen en la memoria y que no se olvide la sombra de la aniquilación nuclear para que estos eventos nunca se repitan.
Según la ONU, el mundo todavía tiene más de 12,7 mil armas nucleares. Según Guterres “eliminar estos dispositivos de la muerte no solo es posible, es necesario”. El fin de las armas nucleares es uno de los objetivos más antiguos de las Naciones Unidas. N