Te espero al final de la pandemia es la nueva novela del escritor Jaime Ramos, la cual narra, a través de la historia de Antonio, la catarsis, el miedo, la angustia y la desesperación que, como él, padeció la humanidad entera durante el periodo de encierro por la pandemia por el covid-19.
Al tercer mes de encierro, en 2020, Jaime Ramos observaba las calles desoladas y cómo la poca gente que veía tenía el miedo por la pandemia en el rostro. Fue entonces cuando el autor se cuestionó cuál sería la situación de una persona mayor, tal vez un pensionado que vive solo y debe padecer la pandemia y cuidarse para no morir en soledad, y así nació la idea de escribir este libro.
LA NOVELA, UN REFERENTE DE LO QUE FUIMOS FRENTE AL COVID-19
A su vez, el título llegó cuando Jaime Ramos caminaba por el parque España, en la colonia Condesa de la Ciudad de México, y vio una frase que decía “Espérame al final de la pandemia”, lo que consideró una buena descripción de lo que buscaba con su obra.
“Era tanta la comunicación que yo tenía con amigos y familia que siempre terminábamos hablando del mismo tema: el covid-19; las vivencias de cada uno demuestran que de una u otra forma todos nos convertimos en el personaje principal de la novela. Al leerla nos damos cuenta de que todos padecíamos su ansiedad, sus miedos, la lejanía con los otros”, comenta Jaime Ramos en entrevista con Newsweek en Español.
EL COVID-19 PERMITIÓ HACER CATARSIS Y SANAR HERIDAS
Ramos también considera que, como Antonio, el personaje de la novela, toda la humanidad estaba a la expectativa de si los científicos y la tecnología podrían aportar una vacuna que ayudara a detener las tragedias que dejaba día a día el covid-19.
Para Antonio, el covid fue una catarsis que le permitió curar heridas, enfrentar fantasmas, recordar amores idos y vivir la pena de los errores humanos tan fatales que sus efectos son imposibles de resarcir, reseña el autor sobre la obra y también hace una retrospectiva.
EL SER HUMANO OLVIDA RÁPIDO LAS TRAGEDIAS
“Se padecía una orfandad al saber que el mundo tiene tantos adelantos científicos y, sin embargo, un virus vino a regresarnos esa humildad que habíamos extraviado porque parecía que antes de la pandemia nos creíamos los reyes del reino animal, vegetal y protista”.
Pero el ser humano olvida rápido las tragedias, dice Jaime Ramos, y hoy nuevamente las calles están llenas de personas y vehículos. Para el autor el olvido llegó pronto y ya nadie se acuerda que ni carros ni personas se veía sobre el Paseo de la Reforma o las avenidas de París, Nueva York, Tokio o Londres.
Ya nadie se acuerda cómo cambió la vida con la pandemia y nuevamente se refiere a su personaje, Antonio, a quien el encierro le provocó que su personalidad se alterara y comienza a vivir realidades alternas, mientras se apasiona por la lectura y la televisión en tiempos extraños donde la pandemia parece que no terminará.
EL VIRUS AMENAZÓ A TODOS POR IGUAL
La obra, comenta el autor, plantea un escenario citadino porque es ahí donde el caos de la pandemia se desarrolló mayormente. Sin demeritar la situación de la zona rural, en las ciudades “vivimos todos amontonados, era lógico que hubiera más contagios”.
“El virus amenazó a todos por igual y considero que la novela es un recordatorio de lo frágil que se puede volver la vida humana y el mundo como lo conocemos”, concluye Jaime Ramos. N