El trabajo reciente de Arman Soldin muestra su compromiso y empeño para cubrir el conflicto en Ucrania, desde la batalla de Bajmut hasta la vida de la población civil condenada a sobrevivir.
Con tenacidad, curiosidad y contagioso buen humor, el coordinador de video de la AFP en Ucrania, muerto a los 32 años este martes 9 de mayo por un bombardeo de cohetes en el este del país, se aplicaba desde los primeros días a contar esta guerra que estaba relacionada con su vida personal. Nació en Bosnia y emigró a Francia a un año de edad.
En Bajmut, ciudad ucraniana que las fuerzas rusas asedian desde agosto pasado, se aplicaba pese a la violencia de los combates a filmar la batalla militar y las destrucciones.
Contaba también la vida de la gente común atrapada en la guerra y que busca sobrevivir en medio del caos. Como esa mujer que se ocupaba de su jardín en Tchassiv Yar, localidad cerca de Bajmut donde murió, o el hombre que distribuía pan en motocicleta por los caminos de Donbás. En Kiev, captó un momento de ternura cuando mostró una partida de un juego de video en línea entre un padre enrolado en el ejército y su hijo refugiado en el extranjero.
Esas imágenes con frecuencia circulaban por todo el mundo. Incluso tras una larga jornada de reportaje transmitido a la AFP, se le veía aún descargando imágenes en las redes sociales. Su obsesión: contar a la mayor cantidad de gente lo que vio de una guerra que describió como “un poco a la antigua, en plena Europa”.
DE FUTBOLISTA A PERIODISTA EN AFP
Arman Soldin nació en Sarajevo y fue uno de los primeros evacuados hacia Francia en 1992 a comienzos del asedio de esa ciudad. Apenas tenía un año de edad.
“Las historias de refugiados me conmueven”, decía el año pasado para el blog Making Of de la AFP, interrogado desde Kiev cuando se alumbraba con una vela.
Hablaba francés, inglés e italiano, pero sus orígenes le ayudaban en su trabajo en Ucrania: “Hablo un poco bosnio, es también una lengua eslava, y se comprende un poco.”
“Muchas mujeres se llaman Oksana, mi madre también”, decía.
Buen futbolista, jugó muy joven en el oeste de Francia, pero abandonó sus esperanzas de hacer una carrera profesional en el balompié e ingresó a la AFP en la oficina de Roma en 2015. Causó tan buena impresión que fue rápidamente contratado en Londres el mismo año, donde cubrió los agitados años del Brexit.
Regresó a Italia en 2020 cuando la pandemia de Covid-19 y hallaba historias que contar cuando todo estaba cerrado, con la misma humanidad que caracterizó su trabajo en Ucrania. “Hizo un video de un tipo que danzaba solo frente al Vaticano en una Roma desierta y otro video de un hombre que hacía skate en una ciudad de Ucrania”, dice un colega.
“ARMAN SOLDIN ERA CREATIVO Y TENAZ”
Una gran parte de las imágenes de Arman eran filmadas con teléfono celular, no solo por el poco peso del aparato sino para impresionar menos a quienes interrogaba. Cuando Rusia invadió Ucrania en febrero del año pasado, Arman se presentó como voluntario para hacer parte de los primeros enviados especiales de la agencia.
“Un año casi día por día desde mi llegada a Ucrania por primera vez, lo que cambió mi vida”, escribió en febrero. Se mostró “muy orgulloso y conmovido del trabajo, de los esfuerzos y las lágrimas que tuvimos con mis colegas”.
“No ha terminado. Era corajudo, creativo y tenaz”, dijo el director de la información de la AFP Phil Chetwynd.
“Desbordaba de energía, y así se definía a sí mismo en las redes. De una devoción total a su trabajo de periodista”, saludó la directora de Europa de la AFP, Christine Buhagiar. El 21 de marzo pasado, festejó su cumpleaños con un equipo de la AFP en Kramatorsk (este de Ucrania).
“Destapamos una buena botella para la ocasión, un colega sacó la guitarra”, contó uno de sus redactores en jefe, Antoine Lambroschini. “Y él estaba ahí con una sonrisa en sus labios”. N