Las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial (IA) representan una gran oportunidad en casi todos los campos del desempeño humano. Fácilmente podríamos confundirnos y no saber si hablamos con una persona o un ordenador.
Si bien, la IA equipara varias funciones que como personas podemos realizar, existe una en la que pensábamos que no se nos podría igualar: la creatividad. Sin embargo, la diferencia entre un ser humano y un robot en este campo es cada vez menor.
Recientemente se han popularizado varias pinturas creadas con IA y aunque no son réplicas per se, son creaciones tomadas de fragmentos de otras obras de arte. De igual manera se ha hablado mucho sobre si aquellas labores de redacción –que implican un proceso creativo– podrían ser sustituidas por el famoso Chat GPT; lo que nos hace preguntarnos ¿estamos ante el declive de la creatividad humana? o en otras palabras ¿será este el fin del Hombre Araña?
Al respecto, Iván Barrera “Chipichape”, especialista en el tema de creatividad para la educación destacó que, la creatividad es hacer una mejor versión de lo que estamos observando a partir de considerar otros puntos de vista y por supuesto, la necesidad de encontrar soluciones.
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Ante la pregunta sobre qué tan necesaria es la creatividad hoy en día, el experto respondió que será más necesaria para las próximas generaciones de lo que pensamos.
“Con una mirada cada vez más antropológica, curiosa e inocente, debemos desarrollar nuestra capacidad de mirar lo conocido como si lo viéramos por primera vez, para poder encontrar nuevos atributos, perspectivas o puntos de vista que permitan distinguirnos del resto de ideas promedio y/o de gente promedio. Mirar por donde todos han mirado y ver lo que nadie ha visto, hacer conexiones únicas. Al final, la clave seguirá siendo la misma, observar y re-observar”, dijo Iván Barrera.
Sobre cómo hacer frente a las nuevas tecnologías al interior de las escuelas, el especialista coincidió con el periodista Andrés Oppenhaimer en que las nuevas generaciones deben aprender a diseñar y a programar, tanto como a leer y a escribir.
“Pienso que la enseñanza de nuevas tecnologías debe ir acompañada de clases de filosofía y ética, ya que cada vez con más frecuencia enseñar a los alumnos el uso de una herramienta tecnológica es muy pretencioso, pues ellos son nativos digitales, es decir, crecieron usando aparatos de forma intuitiva y saben usar esas tecnologías incluso mejor que muchos maestros en turno.
Sin embargo –añadió– creo que si complementamos estos discursos podemos ampliar su mirada periférica, abrir su conciencia, su rango de visión y potenciar el alcance e impacto social y ambiental que la tecnología puede traer. Usar la tecnología para enseñar es fundamental y puede acelerar cualquier proceso de aprendizaje.
¿La creatividad como una materia escolar?
Chipichape reflexiono que le hemos dado una importancia desbordada al conocimiento. Esto nos ha llevado a juzgar a personas que poseen mucho conocimiento como personas inteligentes y no necesariamente es así.
Aseguró que la inteligencia se ve reflejada en el uso que le damos al conocimiento. El conocimiento define las cosas y les otorga una etiqueta que impide dejar de ver las cosas como son en lugar de verlas como pueden ser; los avances dependen de la segunda forma de ver las cosas.
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“Estoy 100% convencido de que la creatividad debe ser una materia tan importante como español y matemáticas, ya que es una potencialidad y por lo tanto todos podemos desarrollarla”
Es importante mencionar que las redes neuronales y los programas de IA no son lo mismo, por lo que las nuevas tecnologías podrían imitar la creatividad más no se convierten en creadores ni creativos.
Una IA puede seguir distintos patrones para encontrar una nueva solución, pero lo que nos hace creativos es exactamente “salir de la caja” romper el patrón. Si una IA rompiera este patrón sería una tecnología defectuosa y al final, lo que nos hace humanos ¿no es “el error”?
*ARD