Las enfermedades de la piel se encuentran entre las diez principales causas de discapacidades físicas. Estas enfermedades también tienen como consecuencia el estigma y los problemas de salud mental, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la lista de las 20 enfermedades tropicales desatendidas (ETD) reconocidas por la OMS, al menos diez presentan manifestaciones dermatológicas. Entre las más frecuentes en los países del llamado Sur Global se encuentran la hanseniasis, la leishmaniosis cutánea, la úlcera de Buruli y el micetoma. Todas ellos necesitan enfoques similares de detección y gestión de casos.
ATENDER ENFERMEDADES DE LA PIEL TRAS LA PANDEMIA DE COVID-19
Para la OMS, la integración es un punto crucial en la reformulación de las estrategias de afrontamiento, dijo Socé Ibrahima Fall, directora del Programa de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la OMS. La reanudación de acciones para combatir estas enfermedades, después de tres años de inestabilidades, causadas por la crisis de covid-19, cuenta con el impulso de un modelo estratégico difundido por la agencia de las Naciones Unidas en 2022.
El documento presenta ideas sobre cómo integrar el manejo de las enfermedades de la piel desatendidas y ofrece herramientas de aprendizaje, incluyendo cursos en línea y aplicaciones digitales.
Una de las enfermedades desatendidas es la lepra, una patología a veces considerada vergonzosa. Tiene el triste privilegio de ser una de las 20 enfermedades tropicales que la OMS considera desatendidas. Pese a los tratamientos existentes, la lepra continúa infectando a miles de personas cada año, especialmente en países pobres, y aunque se realizan investigaciones, pocos laboratorios le dedican recursos.
ENFERMEDADES DESATENDIDAS Y SU RELACIÓN CON LA POBREZA
“La prevención y el control de estas enfermedades generalmente relacionadas con la pobreza, requieren un abordaje integrado y multidisciplinario. Muchas veces basado en acciones dirigidas al control de los vectores, con acciones multisectoriales e intervenciones costo efectivas para reducir el impacto negativo sobre la salud y el bienestar social y económico de los pueblos”.
Las enfermedades tropicales desatendidas siguen afectando de forma desproporcionada a los miembros más pobres de la comunidad mundial, principalmente en zonas donde la inocuidad del agua, el saneamiento y el acceso a la atención de salud son deficientes. Aunque hasta 179 países y territorios notificaron al menos un caso de ETD en 2021, 16 países representaban el 80 por ciento de la carga mundial de ETD. Se estima que unos 1,650 millones de personas necesitan tratamiento para al menos una ETD en todo el mundo. N
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