Cuando asumió el poder en Chile, el izquierdista Gabriel Boric anunció que el suyo sería un gobierno “feminista”. Un año después, el enfoque de género ha logrado permear en el discurso público pese a que aún queda por avanzar en igualdad entre hombres y mujeres.
Boric asumió el 11 de marzo de 2022 como el mandatario más joven en la historia del país con 36 años, acompañado por primera vez de un gabinete conformado con mayoría de mujeres (14 ministras versus 10 ministros).
Nombró también por primera vez a una mujer al de la cartera de Interior e integró a la titular del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género al Comité Político, su círculo más cercano de colaboradores, también con mayoría de mujeres.
“Plantearse como un gobierno feminista implica que todas las acciones del Estado estén enfocadas en la paridad de género e igualdad en la arena institucional y política, así como ser capaces de incorporar la perspectiva de género en todas las políticas que tengan relación con la vida de las mujeres y diversidades”, definió Boric el pasado 1 de junio, durante su primera Cuenta Pública ante el Congreso.
En este año el gobierno de Boric puso en marcha la ley de Responsabilidad Parental y Pago Efectivo de las Deudas de Pensión de Alimentos, algo que anhelaban las mujeres de Chile, donde sólo el 16 por ciento de los hombres demandados está al día la manutención de sus hijos.
UN CHILE QUE INCLUYA A LAS MUJERES A LA HORA DE FORMULAR LEYES
Durante la conmemoración del primer Día Internacional de la Mujer de su gobierno esta semana, Boric anunció una ley de guardería universal. La legislación actual sólo obliga a las empresas en las que trabajan 19 mujeres o más a tenerlas o financiarlas.
El mandatario anunció también la rebaja del precio de 27 tipos de anticonceptivos, en farmacias con convenio con el Estado, y la ampliación a 1,000 en el número de cirugías de incontinencia urinaria para mujeres.
“Queremos un Chile que incluya a las mujeres a la hora de formular leyes, en elaborar las políticas o ejecutar proyectos que les afecten, porque no hay democracia posible si más de la mitad de la población no puede participar de ella”, afirmó el presidente en el acto en el palacio de La Moneda.
“Noto un cambio contundente en el discurso, en el clima, en cómo se van poniendo en la agenda temas que quienes estamos en el movimiento feminista venimos trabajando hace mucho tiempo”, dijo a la AFP Mariana Gaba, directora del Departamento de Género de la Universidad Diego Portales.
El patriarcado, las brechas de género y las desigualdades —problemáticas comunes de las mujeres en todo el mundo— son no obstante muy difíciles de erradicar, advierte esta especialista.
“Estamos hablando de siglos. Obviamente hay que exigir y buscar resultados; tener una mirada crítica y reflexiva, pero en un año, poder posicionar cambios simbólicos y en la conversación, es lo más que podemos pedir para después ir avanzando en las estrategias más concretas”, añadió.
LA AGENDA FEMINISTA DE GABRIEL BORIC
Sin embargo, para Mónica Zalaquett, exministra de la Mujer del segundo gobierno del derechista Sebastián Piñera (2018-2022) no se han cumplido las expectativas. “Siento que no se ha traducido en cambios sustanciales”, criticó a la AFP.
En Chile, la participación electoral de las mujeres superó el 50 por ciento en las últimas elecciones, pero la brecha de ingreso se amplió a 21.7 por ciento en 2021 desde 20.4 por ciento el año previo.
El Congreso sigue integrado ampliamente por hombres: 12 mujeres en el Senado, sobre un total de 50 escaños, y 55 parlamentarias en la Cámara de Diputados, de un total de 155 legisladores, según datos oficiales.
La agenda feminista logró un contundente triunfo al establecer la paridad en los órganos encargados de redactar las nuevas propuestas de Constitución, mientras que a nivel interno del gobierno se desarticuló el cargo de primera dama, muy criticado por feministas.
Irina Karamanos, pareja del presidente, aceptó ocupar el cargo de primera dama para reformularlo desde dentro. En nueve meses, ejecutó un plan para desvincular la presidencia de las seis fundaciones sociales bajo su administración. Cerró el despacho en el palacio de gobierno y volvió a sus labores políticas y académicas.
“Me parece que es notable sentir que hemos normalizado el tener mujeres en la mesa, algo que hace 10 años no ocurría, en que todavía uno veía que las mujeres eran minoría y que la voz femenina era minoritaria”, dijo a la AFP la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas. N
(Con información de AFP)