Aunque la estatura promedio de la población mundial ha aumentado paulatinamente en los últimos dos milenios, los habitantes de una ciudad italiana han conservado la misma talla desde el periodo romano.
A decir de una investigación, publicada el pasado 23 de febrero en la revista Scientific Reports, tanto los hombres como las mujeres de Milán no han experimentado un cambio de estatura significativo en los últimos dos milenios.
Este hecho es de lo más notable, pues la mayor parte de los estudios dedicados a documentar los cambios generacionales de estatura han determinado que, en promedio, la población mundial es cada vez más alta.
“La nuestra es una de las contadas investigaciones que no reflejan el cambio observado en las tendencias de estatura europeas”, explica a Newsweek el Dr. Mirko Mattia, coautor del artículo e investigador postdoctoral de la Università degli Studi di Milano (Universidad de Milano-Bicocca), Italia.
“Es más, algunos estudios realizados en Europa han documentado que la estatura de los adultos obedece a una tendencia con forma de ‘U’. Esta identifica individuos de talla alta en las épocas romana y altomedieval, seguidos de una tendencia negativa en la Baja Edad Media o la época Moderna. Y termina con una recuperación de la estatura hacia el siglo XX”, precisa Mattia.
El promedio de estatura ha aumentado en todo el mundo en los últimos siglos. De hecho, según la revista Scientific American, la talla promedio de los habitantes de las naciones industrializadas se incrementó alrededor de 10 centímetros solo en los últimos 150 años.
ESTATURA GLOBAL HA AUMENTADO 5 POR CIENTO
Por su parte, el sitio web Our World in Data afirma que el adulto joven promedio es alrededor de 5 por ciento más alto que las personas que vivieron hace 100 años.
Los científicos italianos hallaron que la estatura masculina oscilaba entre 152 y 195.4 centímetros, con una media de 168.5 centímetros. En tanto, la talla femenina fluctuaba entre 143.5 y 177.6 centímetros, con una media de 157.8 centímetros. Asimismo, los investigadores comprobaron que ambos promedios no experimentaron cambios significativos a lo largo del tiempo.
Para su estudio, los autores examinaron fuentes de datos históricas y esqueletos antiguos para determinar cómo cambió la estatura promedio de los milaneses a lo largo de las eras.
“Los esqueletos son testimonio de vidas pasadas y revelan mucho sobre la historia de un individuo. En específico, lo que analizamos en este caso fue la tendencia evolutiva de la talla de los milaneses.
“Para nuestra investigación, examinamos más de 500 esqueletos (exactamente 549), pues obtuvimos más de 50 restos masculinos y 50 femeninos por cada periodo histórico: época romana (siglos I a V d. C.), Alta Edad Media (siglos VI a X d. C.), Baja Edad Media (siglos XI a XV d. C.), Edad Moderna (siglos XVI a XVIII d. C.) y Edad Contemporánea (siglos XIX a XXI d. C.)”, detalla Mattia.
Los esqueletos fueron seleccionados de la Colección Antropológica del Laboratorio Antropológico y Odontológico de la Universidad Estatal de Milán (LABANOF), la cual se encuentra exhibida en el Museo Universitario de Ciencias Antropológicas, Médicas y Forenses para los Derechos Humanos de la misma ciudad.
MEJORES CONDICIONES DE VIDA
A fin de limitar los sesgos geográfico y social, los autores se cercioraron de que la totalidad de la muestra procediera del mismo contexto urbano (los cementerios de la ciudad de Milán). Y se aseguraron de que todos los restos pertenecieran al mismo estrato socioeconómico (mayormente, clase baja).
“Varios factores podrían explicar nuestros resultados”, aclara Mattia. “El primero es que, a fin de limitar el efecto de la disparidad geográfica y socioeconómica, usamos un contexto geográfico y socioeconómico homogéneo, basado en individuos de un mismo lugar (la ciudad de Milán) y con antecedentes socioeconómicos similares”.
En su artículo, los autores sugieren que la estatura de los milaneses ha permanecido estática desde hace 2,000 años debido a que las condiciones de vida en esa ciudad han sido relativamente mejores que en otras regiones, ya que Milán es rica en recursos naturales y alimentarios, y sus murallas sirvieron de defensa contra amenazas potenciales.
“El segundo factor es que utilizamos una metodología única de manera sistemática. Por último, proponemos que la tercera explicación para la estabilidad de talla observada en los milaneses (tanto hombres como mujeres) podría tener relación con el hecho de que las condiciones de vida en Milán han sido relativamente mejores que en otras regiones urbanas europeas”, concluyen los autores. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).