El gobierno de Nicaragua está cometiendo violaciones generalizadas de derechos humanos que constituyen crímenes de lesa humanidad contra civiles motivados por razones políticas, informó el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua en un nuevo informe dado a conocer este 2 de marzo, en el que pide a la comunidad internacional que imponga sanciones a las instituciones o personas involucradas.
Los presuntos abusos, que incluyen ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, tortura, privación arbitraria de la nacionalidad y del derecho a permanecer en el propio país, no son un fenómeno aislado. Son producto del desmantelamiento deliberado de las instituciones democráticas y la destrucción del espacio cívico y democrático, dice el informe.
ABUSOS Y VIOLACIONES SON GENERALIZADOS
“Estas violaciones y abusos se perpetran de manera generalizada y sistemática por motivos políticos. Estos constituyen crímenes de lesa humanidad de asesinato, encarcelamiento, tortura, incluida la violencia sexual, deportación y persecución por motivos políticos”, dijo el experto independiente Jan Simon. “La población nicaragüense vive con temor de las acciones que el propio Gobierno pueda tomar en su contra”.
Añadió: “Las altas autoridades del gobierno han logrado instrumentalizar a los Poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral para desarrollar e implementar un marco legal tendiente a reprimir el ejercicio de las libertades fundamentales y perseguir a las personas opositoras”. Además: “El objetivo es eliminar, por diferentes medios, cualquier oposición en el país”.
EL PATRÓN DE LAS EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES
El informe identificó un patrón de ejecuciones extrajudiciales realizadas por agentes de la Policía Nacional y miembros de grupos armados progubernamentales. Ambos actuaron de manera conjunta y coordinada durante las protestas que tuvieron lugar entre el 18 de abril y el 23 de septiembre de 2018. “El gobierno obstruyó cualquier investigación sobre estas y otras muertes”.
El informe también destaca que agentes de la policía y del Sistema Penitenciario Nacional y miembros de grupos armados progubernamentales cometieron tortura física y psicológica. En estos hechos se incluyó violencia sexual y de género durante la aprehensión, interrogatorio y detención de opositores.
A su vez, el informe encontró que el gobierno ha utilizado la detención arbitraria como una herramienta para silenciar a los críticos. Muchos arrestos se caracterizaron por el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y la violencia a manos de grupos armados progubernamentales. Muchas personas fueron detenidas sin orden judicial y recluidas en régimen de incomunicación.
PERSECUCIÓN, CRIMINALIZACIÓN Y ELIMINACIÓN DE CUALQUIER VOZ OPOSITORA EN NICARAGUA
“Todas estas acciones son posibles porque el Estado ha sido utilizado como un arma de persecución contra la población”, dijo la experta Ángela María Buitrago. “Para acelerar este proceso, las autoridades han buscado la persecución, criminalización y eliminación de cualquier voz opositora”, comentó Buitrago.
“Miles de defensores de derechos humanos, trabajadores de organizaciones, activistas, periodistas, líderes estudiantiles, religiosos y artistas, así como los principales líderes nacionales y territoriales de la oposición política, se vieron obligados a abandonar el país”, agregó.
Desde diciembre de 2018, al menos 3,144 organizaciones de la sociedad civil han sido clausuradas y prácticamente todos los medios independientes y organizaciones de derechos humanos operan desde el exterior.
“TRAIDORES A LA PATRIA”
En febrero de 2023, las autoridades nicaragüenses despojaron a 222 personas de diversos perfiles de su nacionalidad y las expulsaron del país, acusándolas de ser “traidores a la patria”.
El mismo mes, la Corte de Apelaciones de Managua declaró traidores a la patria a otras 94 personas residentes en Nicaragua y en el extranjero. A su vez, resolvió imponer la pérdida de la nacionalidad y ordenar el decomiso de sus bienes a favor del Estado. N