QUEDARSE en casa por la pandemia ha favorecido que los niños incluyan en su dieta diaria mayor cantidad de dulce. Matías Marchetti, experto en alimentación y conducta familiar, explica que “la población infantil es un grupo especialmente vulnerable a desequilibrios nutricionales, pero también muy receptivo a cualquier educación y aprendizaje”.
La educación nutricional es uno de los principales desafíos para los padres en tiempos de pandemia, pues los niños están rodeados de estímulos de consumo que los adultos deben ayudarlos a comprender para que exploren su propia alimentación de manera informada, explica Marchetti.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en México uno de cada tres niños o adolescentes entre los seis y 19 años padece sobrepeso u obesidad, por lo que es necesario que las familias adopten algunas estrategias para mejorar la alimentación en casa.
Marchetti impulsa un nuevo abordaje de la nutrición para que las personas puedan lograr cambios significativos de estilos de vida, basado en el rigor de la evidencia científica y el entrenamiento físico.
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Entre las estrategias que el nutriólogo recomienda para mejorar la alimentación están cocinar por la noche para no utilizar ultraprocesados de último momento para resolver la comida. También sugiere involucrar a los más pequeños en la preparación de sus comidas, además de explicarles para qué sirven los alimentos, cuáles son sus propiedades y por qué es tan importante comer de forma variada.
Explica que es importante designar una botella de agua para consumo diario y reforzar la idea de que la hidratación es tan importante como las comidas. Además, es fundamental limitar el consumo de alimentos con alto contenido de grasa, sal y azúcar.
“Pensar ideas divertidas, pero siempre caseras: formitas de pollo o pescado hechas en casa en lugar de compradas, frutas en vez de postres industrializados, untables de frutos secos o legumbres en lugar de aderezos, etcétera. Y para las colaciones, granolas o frutos secos en vez de cereales azucarados, budines caseros y nutritivos en lugar de galletas o galletitas”, explica el nutriólogo.
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Algunas de las recomendaciones que hace Marchetti implican romper con algunas reglas equivocadas como la de “dejar el plato limpio”, pues es importante que los niños aprendan a escuchar su cuerpo y que reconocer la saciedad ayudará a que no coman de más.
También aconseja que se consuman frutas enteras y no solo el jugo para toda su fibra, en lugar de consumir solo el azúcar. Señala que prohibir alimentos puede volverlos más “tentadores”, por lo que es mejor explicar por qué no es adecuado comerlos y evitar tenerlos en la despensa.
“Presentemos un mismo alimento de formas variadas y no nos rindamos ante el primer: ‘No me gusta’”, concluye. N