EN TAMAULIPAS, un pequeño taller ha recibido hasta el momento ocho pedidos de la piñata de Maradona pero con las distintas camisetas que utilizó el jugador durante su carrera.
Las piñatas se venden en tres tamaños diferentes: de 80 centímetros, un metro con diez centímetros y la más grande de un metro cincuenta.
La elaboración de la piñata de Maradona les lleva un día entero y se hace con una estructura de alambre cubierta con papel periódico. Los precios oscilan entre 400 y 1,500 pesos.
El negocio de piñatas abrió hace 34 años y se caracteriza por la elaboración de figuras que rinden homenaje a artistas, cantantes y otras figuras públicas.
“Nuestro homenaje al astro del futbol, al Pelusa, al Diego, al más grande; campeón del mundo en México 86 porque la pelota no se mancha. Gracias por haber jugado al futbol”, publicaron los dueños del taller en sus redes sociales.
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Incluso, los hermanos Ávalos, que heredaron ese pequeño taller de sus padres, han llegado a elaborar piñatas con la figura del coronavirus a la que planean añadir un gorro navideño por las fiestas decembrinas.
Maradona murió el pasado miércoles a los 60 años de edad. El futbolista tuvo con México una relación especial al brillar en el Mundial de 1986 y posteriormente al dirigir al club Dorados de Sinaloa en 2018.
En México, es una tradición de los artesanos que se dedican a la confección de piñatas crear réplicas de diversos personajes, ya sean buenos o malos, nacionales o internacionales, vivos o muertos.
Este 2020, diversos diseños del coronavirus aparecieron a la venta. También se creó la imagen del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la del mandatario Andrés Manuel López Obrador y hasta el ladrón de la combi del Estado de México que fue golpeado por los usuarios de la unidad.
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La piñata es un símbolo de la cultura mexicana y es precisamente en diciembre y en el marco de las posadas cuando se aprecia mejor esta histórica tradición en México.
La tradición llegó a México en 1586, cuando los frailes agustinos de Acolman de Nezahualcóyotl, en el estado actual de México, cerca de la zona arqueológica de Teotihuacán, recibieron la autorización del Papa Sixto V para celebrar las “misas de aguinaldo”, que más tarde se convertirían en las posadas. Fue en esas misas que tuvieron lugar en los días previos a la Navidad que los frailes introdujeron la piñata. N