CUBA OBTUVO HOY UN ESCAÑO en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por los próximos dos años luego de que su candidatura fuera aprobada en votación. La decisión en favor de La Habana se dio en medio de la desaprobación de gobiernos, actores políticos y organizaciones internacionales que han condenado la situación que se vive en Cuba.
El subsecretario de Estado adjunto de Estados Unidos para América Latina, John Piechowski, calificó de “aberrante” la candidatura de Cuba para ocupar un escaño en el Consejo.
“Está muy claro que el régimen cubano sigue reprimiendo al pueblo cubano y, a la vez, está claro también que el régimen cubano ayuda a Maduro y a sus servicios de seguridad. Un régimen como el cubano no debe de tener ninguna habilidad de sentarse en el Consejo de Derechos Humanos”, dijo.
En junio pasado, un grupo de 574 ciudadanos, activistas, representantes de organizaciones y proyectos de la sociedad civil independiente, líderes de opinión y voceros de movimientos sindicales de Cuba, entre otros, exigieron a varios representantes de la ONU tener en cuenta la represión en la Isla, así como el irrespeto a las leyes y las libertades individuales, a la hora de votar por la inclusión o no del régimen cubano en el Consejo de Derechos Humanos.
También lee: Educación en Cuba: prisión de obligaciones y lealtades forzadas
Los firmantes enviaron una carta abierta a Michelle Bachelet, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y a Tijjani Mohammad Bande, presidente electo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde expresaron su preocupación porque “Estados decididamente autocráticos como los de Arabia Saudita, Rusia y Cuba puedan entrar, y en el caso nuestro regresar, a un asiento en el Consejo de Derechos Humanos”.
Ahora que Cuba ocupará un espacio en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, este martes en total 85 organizaciones cubanas e internacionales de la sociedad civil expresaron su preocupación.
“Nos preocupa profundamente la decisión de otorgarle a Cuba una nueva oportunidad para ocupar un puesto en el Consejo de Derechos Humanos. Esto no solo recompensa el pobre historial de Cuba en materia de derechos humanos, sino que también socava la integridad del Consejo para responsabilizar a los gobiernos abusivos por sus acciones en la región y en todo el mundo”, declararon las organizaciones inconformes.
A su vez, señalaron que las naciones que tienen el honor de integrar el Consejo deben comprometerse con el derecho internacional de los derechos humanos y los miembros del Consejo deben asegurarse de que Cuba no eluda la responsabilidad de su propia conducta ni utilice su asiento para debilitar estas normas internacionales.
Como organizaciones dedicadas a la protección y promoción de derechos humanos señalaron que mantendrán la vigilancia y el monitoreo de las acciones de Cuba dentro del Consejo, y certificar que los derechos humanos y las libertades fundamentales están siendo respetados y protegidos.
SEVEROS SEÑALAMIENTOS SOBRE VIOLACIONES
El 13 de octubre de 2020, en la Asamblea General de la ONU la comunidad internacional otorgó a Cuba un nuevo asiento en el Consejo de Derechos Humanos. Desde su fundación, en 2006, Cuba ocupó, en cuatro mandatos, uno de los ocho puestos del Consejo correspondientes a América Latina y el Caribe. En los 12 años de Cuba en este, el país solo apoyó 66 de las 205 resoluciones aprobadas en respuesta a graves violaciones de derechos humanos en todo el mundo.
En los tres ciclos del Examen Periódico Universal, Cuba recibió severos señalamientos sobre violaciones a la libertad de asociación y expresión, persecución política, detenciones arbitrarias, prohibiciones de transitar libremente por el territorio nacional y de viajar al extranjero, ausencia de independencia judicial, censura, control de internet y escasa pluralidad de medios de comunicación.
En julio de 2020, estas violaciones incluso se manifestaron públicamente en el Consejo de Derechos Humanos cuando el representante cubano y sus aliados censuraron al defensor de derechos humanos, Ariel Ruiz Urquiola, mediante constantes interrupciones mientras hablaba sobre los crímenes cometidos contra él y su hermana por el gobierno cubano, según explicaron las organizaciones y medios independientes.
No te pierdas: Durante la pandemia, el gobierno cubano aplica ley mordaza para silenciar periodistas
“Cuba no ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ni el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
“Además, el gobierno cubano no ha extendido una invitación al país al relator especial de la ONU sobre la situación de los defensores de derechos humanos. El Comité Internacional de la Cruz Roja, que visita a los presos por delitos de carácter político, no ha logrado ingresar en la Isla desde 1989. Cuba es también el único país de la América que Amnistía Internacional no ha podido visitar desde 1990”, se lee en el documento.
También se dio a conocer que en el informe “Libertad en el mundo 2020” de Freedom House, Cuba obtuvo una puntuación de 14 puntos de un posible de 100 con respecto a las libertades civiles y políticas, la más baja de América Latina.
SIN PASOS A LA DEMOCRACIA
En 2019, el informe “El estado de la democracia en el mundo”, de International IDEA, declaró que “Cuba se ubica entre el 25 por ciento más bajo del mundo en participación de la sociedad civil, y que es el único país de la región que no ha dado pasos significativos hacia una transición democrática en las últimas cuatro décadas”.
Clasificado como un régimen autoritario, en la posición 143 de los 167 países del “Índice de Democracia 2019” de The Economist Intelligence Unit, Cuba también ha obtenido múltiples clasificaciones bajas por parte de organizaciones de derechos humanos y libertad de expresión.
Por ejemplo, en su informe más reciente, Human Rights Watch destacó la continua represión del gobierno cubano y el castigo de la disidencia y la crítica pública a través de palizas, denigración pública, restricciones de viaje y despidos laborales arbitrarios.
En 2019, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos concluyó que en Cuba “persiste la grave inobservancia de los elementos esenciales de la libertad de expresión, la democracia representativa y sus instituciones”.
Asimismo, en su informe de 2020 sobre la situación de derechos humanos en Cuba, la CIDH identificó un patrón común en el uso de la detención arbitraria como método de hostigamiento empleado por la policía y por agentes de la seguridad del Estado. Según organizaciones como Prisoners Defenders y Observatorio Cubano de Derechos Humanos, hay entre 125 y 138 presos políticos en Cuba en octubre de 2020.
Las organizaciones indicaron que “el país sigue estando, año tras año, entre los peores calificados en materia de libertad de prensa en América Latina, y ocupa el puesto 171 de los 180 países analizados en el índice Mundial de Libertad de Prensa 2020 de Reporteros sin Fronteras (RSF). El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) incluye a Cuba en una lista de los diez países con mayor nivel de censura del planeta.
Entre las 85 organizaciones que firmaron el desacuerdo contra la inclusión de Cuba en el CDH de la ONU se encuentran Artículo 19 Oficina para México y Centroamérica, Asociación Pro Libertad de Prensa, Centro Cubano de Derechos Humanos, Civil Rights Defenders, Comité de Ciudadanos por la Integración Racial, Cultura Democrática, Diario de Cuba, Forum 2000 Foundation, Freedom House, Fundación Nacional de Estudios Jurídico, Políticos y Sociales, Libertad Cuba Lab, Ministerio Mujer a Mujer, Movimiento para la Libertad de Expresión, Observatorio de Libertad Académica, Red Defensora de la Mujer, Red Femenina de Cuba, Red Latinoamericana y del Caribe por la Democracia y Robert F. Kennedy Human Rights. N