Expertos advierten a las personas que no tomen el extracto botánico oleandrina o la adelfa o laurel de flor de la que se extrae, después de que se informó que el presidente estadounidense Donald Trump dijo, según informes, que quería que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus filas en inglés) aprobara esta sustancia como tratamiento para el COVID-19.
La empresa Phoenix Biotechnology (PB) procesa la oleandrina para ese propósito, y la sustancia ha sido promovida entre funcionarios del gobierno, incluido el presidente, por Andrew Whitney, un ejecutivo de la empresa, así como Ben Carson, secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por sus siglas en inglés) y partidario de Trump, y el director ejecutivo de MyPillow Mike Lindell, que recientemente compró acciones de PB y fue nombrado miembro del Consejo de Administración.
Este domingo, Axios dio a conocer algunos comentarios de Lindell en relación con una reunión en la Oficina Oval, realizada en julio, en la que se habló del extracto como un posible tratamiento para el coronavirus. De acuerdo con Lindell, Trump “dijo básicamente… ‘La FDA debería aprobarla’”. Poco después, las búsquedas en línea de “dónde comprar oleandrina” aumentaron enormemente, según muestran los datos de Google Trends.
“Esto es algo muy preocupante, ya que el consumo de la adelfa, o de su compuesto tóxico oleandrina, pueden provocar la muerte”, declaró a Newsweek Cassandra Quave, etnobotánica médica de la Universidad Emory.
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La oleandrina es uno de los varios compuestos tóxicos que contiene la adelfa, que es un arbusto o árbol pequeño que suele venderse como planta de jardinería.
Ahora que ese remedio se promueve en el nivel más alto del gobierno y que el presidente mismo ha expresado su entusiasmo por él, según los comentarios que Lindell hizo a CNN, a Quave le preocupa que las personas puedan tratar de adquirir y consumir oleandrina o adelfa porque creen que podrían ayudar a tratar el COVID-19.
“Me preocupa mucho que el público en general pueda tratar de automedicarse con la adelfa o con el compuesto aislado oleandrina. Aconsejo encarecidamente evitar el consumo de cualquier parte de la planta o el químico vegetal oleandrina”, señaló Quave.
“Aunque [la planta] puede ser una hermosa adición para cualquier jardín doméstico, nunca debe consumirse de ninguna forma. El consumo de esta planta produce náuseas, vómito, arritmia cardíaca, disminución de la presión arterial y muerte”.
La oleandrina es un glucósido cardíaco, es decir, un compuesto que tiene un fuerte impacto en el corazón, lo que produce peligrosas perturbaciones del ritmo cardíaco.
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“Aunque la FDA ha aprobado otros glucósidos cardíacos como sustancias que se usan en la medicina, como ciertos compuestos de la planta conocida como digital, estos se administran en dosis controladas bajo una estricta supervisión médica”, afirmó Quave.
“Esto se debe a que los glucósidos cardíacos tienen una ventana terapéutica muy estrecha, lo que significa que la diferencia entre la dosis terapéutica y la venenosa es extremadamente pequeña, por lo que los médicos deben controlar cuidadosamente este factor para evitar efectos colaterales tóxicos”.
A pesar de su toxicidad, en algunos estudios “in vitro”, término que se usa para referirse a los estudios realizados en tubos de ensayo y no en animales o seres humanos, se ha mostrado que la oleandrina podría inhibir el crecimiento de las células cancerosas. Sin embargo, no se han realizado ensayos en seres humanos para estudiar esta sustancia como tratamiento para el cáncer. Y en cuanto al COVID-19, la evidencia es aún más limitada
En un artículo no revisado por pares, se describe un estudio realizado in vitro por un equipo de la Universidad de Texas en Galveston en el que se encontró que el extracto de la planta inhibe al virus en células renales de monos. Dos de los autores del estudio son empleados de Phoenix Biotechnology.
“Los estudios sobre la utilidad de la oleandrina contra el COVID-19 son extremadamente limitados y apuntan únicamente a un solo estudio realizado in vitro con células y el virus responsable del COVID-19”, dijo Quave. “Este estudio no ha sido revisado por otros científicos ni publicado en las revistas científicas. No hay datos en animales que apoyen su seguridad y su eficacia. No hay datos en humanos que apoyen su seguridad y su eficacia
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“Sin embargo, existen más de 100 estudios en las publicaciones científicas y médicas en los que se informa de muertes de seres humanos y ganado tras consumir la adelfa, y la oleandrina es el principal componente químico de la planta, el cual es responsable de su toxicidad. Los peligros de la adelfa y de la oleandrina son bien conocidos gracias a años de estudios anteriores realizados por distintos equipos científicos y médicos”.
La Dra. Ayfer Ali, de la Universidad de Warwick, Reino Unido,y experta en la utilización de medicamentos para otras enfermedades distintas a aquellas para las que fueron creados, declaró a Newsweek que la oleandrina no debería estar disponible para los consumidores comunes, aunque científicos y laboratorios pueden adquirirla como un producto farmacéutico medicamentoso purificado para propósitos de investigación.
Sin embargo, afirmó que es posible que las personas puedan obtener el extracto o la planta misma para tratar el COVID-19, especialmente porque existe “la percepción de que si algo proviene de una planta o es natural, tiene que ser seguro”.
“Esto podría ser extremadamente peligroso. Realmente ignoramos si existe alguna dosis de oleandrina que resulte segura”, afirmó. “Pero tampoco sabemos siquiera si es útil para tratar el COVID-19. Las indicaciones que podría haber se basan en datos in vitro, pero un producto químico puede comportarse de forma muy distinta en las células de un tubo de ensayo y en el cuerpo humano, que es extremadamente complejo”.
“Por eso es que realizamos ensayos clínicos donde probamos los posibles medicamentos en animales, y luego en algunos seres humanos, y después en más seres humanos que tengan la enfermedad para ver si es seguro, y más tarde lo probamos en miles de pacientes para ver si es eficaz comparado con un placebo. Todos estos pasos tienen su razón de ser. Ninguno de ellos se puede omitir sin correr riesgos”.
William Schaffner, catedrático de Medicina Preventiva del Departamento de Políticas de Salud de la Universidad Vanderbilt, comparó a la situación de la oleandrina con lo que ocurrió con la hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria que fue promovido por el presidente estadounidense para el tratamiento del COVID-19 durante la pandemia. Las ventas y la demanda en línea de ese medicamento aumentaron notablemente tras el prominente respaldo de Trump, informaron CNN y The Guardian.
“Recorrimos este camino espurio con la hidroxicloroquina, que produjo graves consecuencias; no debemos repetirlo con la oleandrina. Repito: no existe ningún beneficio demostrado y existe un grave riesgo, así que no la consuman”, dijo Schaffner.
A principios de esta semana, el mandatario estadounidense negó haber presionado a la FDA para aprobar el extracto vegetal oleandrina como tratamiento para la COVID-19, pero este lunes, confirmó ante un reportero en el Jardín Sur de la Casa Blanca que había escuchado algo sobre la oleandrina y dijo: “Lo analizaremos… Estamos analizando muchas cosas distintas”.
Whitney ha afirmado que la oleandrina puede “curar” el COVID-19 al hacer que los síntomas desaparezcan “en la inmensa mayoría de los casos”, informó Axios, sin embargo, actualmente no existen evidencias suficientes que respalden esas afirmaciones. Phoenix Biotechnology también presiona a la FDA para que permita que la oleandrina se venda como suplemento alimenticio. Sin embargo, Quave también se muestra escéptica con respecto a este uso.
“En mi opinión como experta en la farmacología de las plantas medicinales [la adelfa y la oleandrina] no cumplen con los criterios de la FDA en cuanto a seguridad para ser incluidas como un nuevo ingrediente de suplementos alimenticios”, dijo.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek