El continente africano ha superado este jueves la barrera de los 750,000 casos de coronavirus, con Sudáfrica sumando más de la mitad de los contagios, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha alertado del impacto de la pandemia sobre los trabajadores sanitarios de África.
La OMS ha detallado a través de su oficina en África que hasta la fecha se han confirmado 769,608 casos, lo que supone 20,752 más que el día anterior, con 16,435, 750 más que el miércoles, en medio del incremento de la aceleración de la pandemia en el continente.
Así, ha detallado que Sudáfrica es el país más afectado, con 381,798 casos y 5,368, seguido por Egipto, con 88,402 contagios y 4,352 víctimas mortales a causa del COVID-19, la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus.
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El organismo ha alertado además durante la jornada de la amenaza que supone el coronavirus para los trabajadores sanitarios y ha apuntado que más de 10,000 han resultado contagiados en los 40 países que han dado datos sobre este tipo de casos.
“El crecimiento que estamos viendo en los casos de COVID-19 en África está suponiendo una mayor presión sobre los sistemas sanitarios de todo el continente”, ha señalado la directora de la OMS para África, Matshidiso Moeti, según un comunicado.
Trabajadores sanitarios
En este sentido, ha resaltado que “esto tiene consecuencias reales para los individuos que trabajan con ellos, y no hay un ejemplo más claro de esto que el aumento de los contagios entre los trabajadores sanitarios”. La OMS ha alertado de que algunos países se acercan a una cifra crítica de casos que podría sobrepasar sus capacidades.
Moeti ha detallado que, a nivel mundial, el diez por ciento de los casos corresponde a trabajadores sanitarios y ha añadido que en África la información “aún es limitada”, pero apunta a más del cinco por ciento en catorce países de África subsahariana, mientras que en cuatro de ellos supone más del diez por ciento.
El organismo ha recordado que el acceso inadecuado a equipos de protección o la escasa prevención y control de los contagios aumenta los riesgos, antes de agregar que otro factor de riesgo son las largas jornadas laborales, que pueden derivar en fatiga y en un menor cumplimiento de los protocolos de seguridad.
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De esta forma, ha lamentado que “en muchos países africanos las medidas de prevención y control para evitar contagios en las instalaciones sanitarias no han sido totalmente aplicadas” y ha recalcado que, según su estudio, sólo el 16 por ciento de los 30,000 centros analizados tienen valoraciones superiores al 75 por ciento.
“Un contagio entre los trabajadores sanitarios ya son demasiadas”, ha argüido Moeti, quien ha incidido en que “los doctores, enfermeros y otros trabajadores sanitarios son nuestras madres, hermanos y hermanas”. “Ayudan a salvar vidas puestas en peligro por la COVID-19”, ha añadido.
“Debemos asegurarnos de que cuentan con todo el equipamiento, capacidades e información que necesitan para mantenerse a salvo ellos mismos a sus pacientes y a sus colegas”, ha remachado.