Brasil superó este jueves los 20,000 muertos por el nuevo coronavirus, con un récord de 1,188 decesos registrados en las últimas 24 horas, según el balance oficial del Ministerio de la Salud.
El número de muertes confirmadas llega a 20,047, ubicando a Brasil como el sexto país con más fallecimientos por COVID-19.
El gigante sudamericano además es el tercero en número de afectados, con 310.087 casos (18.508 más que el miércoles), por detrás de Estados Unidos y Rusia. Sin embargo, la cifra de contagios podría ser hasta 15 veces mayor debido a la dificultad de tener estadísticas precisas por la falta de test, según analistas.
La pandemia se encuentra en plena curva ascendente en América Latina y en Brasil, que tiene el mayor número de muertos en la región (57% del total de 35,000 decesos) y donde el balance de fallecidos se duplicó en apenas 11 días (superó los 10,000 el 10 de mayo).
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La crisis se produce en un contexto de fuerte confusión política, debido a las desavenencias entre la mayoría de los gobernadores, favorables a medidas de confinamiento, y el presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, que las critica debido a su impacto económico.
Las tensiones se hicieron sentir en el seno del gobierno, que en menos de un mes, y en plena pandemia, asistió a la caída de dos ministros de la Salud. Actualmente ocupa el cargo de forma interina el general Eduardo Pazuello, que podría conservarlo.
Bolsonaro y gobernadores buscan tregua
Bolsonaro y los gobernadores buscaron una tregua este jueves durante una teleconferencia.
“Brasil precisa estar unido. La existencia de una guerra, como se llegó a decir aquí, nos confronta a todos a una derrota. Vamos en paz, presidente, vamos por Brasil y vamos juntos”, declaró el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, que en días anteriores llegó a decir que el país enfrentaba al mismo tiempo al coronavirus y al “bolsonarovirus”.
Sao Paulo, el estado más rico y poblado del país, concentra más de un cuarto de los muertos (5,558), seguido por Rio de Janeiro (3,412).
En estos dos estados, las unidades de cuidados intensivos (UCI) están al borde de la saturación, al igual que en los estados nordestinos de Ceará (2,161 muertos) y Pernambuco (1,925), así como en el de Amazonas (norte, 1,620 muertos).
Bolsonaro aseguró por su lado que la reunión con los gobernadores fue “una gran victoria del pueblo brasileño”.
Ese clima ameno alivió a los inversores y la Bolsa de Sao Paulo cerró con un alza de 2.10%.
Los mercados están preocupados por una agravación, debido a las tensiones políticas, de la que se anuncia como la peor recesión de la historia de Brasil. Las previsiones más optimistas proyectan para este año una contracción del PIB en torno a un 5%, pero algunos analistas no descartan un derrumbe de más de 10%.
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Bolsonaro, sin embargo, no está dispuesto a dar el brazo a torcer en su prédica a favor de una reapertura rápida de la economía, en la misma línea que el presidente estadounidense Dolnald Trump.
En su transmisión live del jueves, consideró que “el pavor” de la enfermedad puede ser más letal que el mismo coronavirus.
“Muere más gente de pavor que del hecho en sí. El pavor también mata, lleva al estrés, al cansancio, la persona no duerme bien, está siempre preocupada, [pensando] ‘si me agarra ese virus, voy a morir”, declaró.