Podemos ver a los animales en la televisión, en cajas de cereal y en los juguetes de nuestros hijos. Elefantes, leones, gorilas y jirafas abundan en dibujos animados y documentales. Sin embargo, a pesar de que las imágenes de estos animales son muy comunes en los medios de comunicación, el número de ejemplares en el mundo real cae en picada.
¿Acaso su popularidad contribuye a su decadencia?
De acuerdo con una investigación del Instituto Nacional de Investigación de Francia, publicada el jueves en PLOS Biology, los tigres, leones, elefantes, jirafas, leopardos, pandas, chitas, osos polares, lobos y gorilas (en ese orden) son considerados como los más carismáticos de entre la “megafauna carismática” en varios países occidentales. Y eso podría estar contribuyendo a su desaparición
La “megafauna carismática” se compone de animales a los que las personas tienden a prestar más atención que a los animales pequeños, feos o anodinos. Los investigadores identificaron a estos animales tras recopilar 5,422 respuestas de participantes en encuestas realizadas en Francia, España y el Reino Unido.
Para algunos conservacionistas, existe la preocupación de que la megafauna carismática acapare más de lo que le corresponde en fondos de conservación: ¿quién quiere donar fondos para proteger al vulnerable escarabajo tigre cuando hay hermosos tigres que salvar?
“Creo que a las personas les gustan los animales grandes, eso es seguro. Los animales grandes y peludos, como los osos, los pandas. Por otra parte, existe una especie de fascinación con los animales peligrosos”, declaró a Newsweek Franck Courchamp, ecologista del Instituto Nacional de Investigación de Francia y autor principal del artículo.
De los 10 animales principales, nueve están clasificados como vulnerables o en peligro de extinción. El décimo de ellos, el lobo gris, aún está en peligro de extinción o extinto en muchas de sus antiguas regiones. Mientras tanto, actualmente, los tigres conforman menos de 7 por ciento de su población histórica, los leones, menos de 8 por ciento y los elefantes menos de 10 por ciento. En comparación, solo uno de cada cuatro del total de mamíferos está en peligro de extinción.
“Cuando vemos leones todos los días en Internet, en la televisión, en comerciales, en golosinas, en la camiseta del vecino, solemos pensar que esos animales son más comunes de lo que son en realidad”, afirma Courchamp. “Esta es una percepción sesgada que se basa en lo que vemos todos los días”.
Dicha percepción podría hacer que el público crea que estos animales “comunes” en realidad no necesitan protección y, por ello, las donaciones y las políticas no se aplican a su conservación, de acuerdo con el estudio.
No todos piensan así. Chris Palmer, director del Centro de Cinematografía Ambiental de la Universidad Americana de Washington, D.C., no cree en la premisa del estudio.
“Creo que me habría gustado más si los autores hubieran separado un poco más las cosas”, dijo Palmer a Newsweek. “Me doy cuenta de que los muñecos de peluche de jirafas y osos panda y, digamos, el logotipo de un león, son realmente muy, muy distintos en el área en la que trabajo, que es la de los documentales de la naturaleza. Creo que las personas ven los documentales porque quieren aprender sobre esas cosas”.
Asimismo, hay otras razones por las que los animales más carismáticos se encuentran también entre los más amenazados. En el artículo se reconoce que a las personas les gustan los mamíferos depredadores de gran tamaño, y que los depredadores requieren entornos más grandes y en ocasiones, pueden entrar en conflicto con las personas que viven cerca de ellos. Conforme crecen las poblaciones humanas, los depredadores salvajes tienen mayores probabilidades de entrar en contacto con personas que no desean tener cerca animales carnívoros de grandes colmillos. De hecho, se lee en el estudio, una de las mayores razones de la reducción en el número de estos animales es “matanza directa”, como la caza legal y furtiva realizada por seres humanos.
Existen distintos factores ambientales y políticos que también ponen en riesgo a esas especies y que no hacen más que empeorar, a pesar de la popularidad de que existen muchos documentales sobre la naturaleza, afirma Palmer.
Hay algo que los medios de comunicación pueden hacer para mostrar a los animales de una forma útil. “Este es un elemento clave: decir a los espectadores lo que pueden hacer”, señala Palmer, “en lugar de limitarse a presentar una película sobre elefantes, osos polares, lobos o gorilas, podrían decir a las personas lo que pueden hacer para ayudar. Con frecuencia, estos se pasa por alto en nuestras películas, decir a las personas lo que pueden hacer”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation whit Newsweek