El Gobierno de India ha afirmado este martes que las restricciones impuestas en la región de Cachemira, en disputa con Pakistán, serán retirará “por fases”, tras justificar las medidas aplicadas en la zona desde hace más de una semana.
Fuentes del Ministerio del Interior han afirmado que “la situación en Jammu y Cachemira ha sido restaurada tras la valoración de las autoridades locales relevantes”, según ha informado la cadena de televisión local NDTV.
“No queríamos ninguna pérdida de vidas y por eso se aplicaron las restricciones”, han dicho estas fuentes. “La seguridad de la gente debe tener prioridad sobre todo lo demás”, han agregado.
Entérate: Las claves para entender el conflicto entre India y Pakistán
El anuncio ha llegado horas después de que el Tribunal Supremo de India se posicionara del lado del Gobierno en lo relativo a las restricciones y afirmara que las autoridades necesitan más tiempo para normalizar la “sensible” situación en la región.
Las tensiones políticas han aumentado en los últimos días, a raíz de que el Gobierno central indio impusiese el 4 de agosto un bloqueo de comunicaciones en la Cachemira bajo su control y dejase un día después a esta región sin el estatus especial que le permitía, entre otras cosas, elaborar sus propias leyes.
El anuncio llegó horas después de que las autoridades lanzasen una ofensiva que se saldó con el arresto de cientos de dirigentes locales y la suspensión de los servicios de telefonía o Internet.
Pakistán e India se disputan la región de la Cachemira histórica desde 1947 y se han enfrentado por ella en dos de las tres guerras que han mantenido desde su independencia de Reino Unido. En 1999 hubo un breve pero intenso enfrentamiento militar entre ambas potencias nucleares y desde 2003 se mantiene una frágil tregua.
En la zona operan grupos separatistas que abogan por la independencia o la unión con Pakistán. Nueva Delhi acusa a Islamabad de patrocinar estas milicias, pero los paquistaníes niegan toda implicación. Las estimaciones cifran en unos 45,000 los fallecidos debido a este conflicto desde finales de la década de 1980.
Las tensiones entre ambos países alcanzaron su máximo en los últimos años tras el atentado perpetrado el 14 de febrero en la localidad de Pulwama, en la Cachemira india, que se saldó con la muerte de 40 agentes.
La autoría del atentado fue reclamada por el grupo armado Jaish-e-Mohammad (JeM), tras lo que India acusó directamente a Pakistán de estar implicado en el ataque, lo que fue rechazado de plano por Islamabad.
En el primer semestre de 2019 han muerto más de 300 personas en la región, según los datos recopilados por el Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED). La cifra es la peor desde que empezó a recabar datos en 2016.