Los legisladores demócratas han criticado fuertemente a la administración del presidente Donald Trump, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la oficina de Protección de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) por las malas condiciones que soportan los migrantes en centros de detención estadounidenses.
“Es inhumano”, dijo Norma Torres, representante demócrata por California y quien recientemente visitó instalaciones de detención de migrantes después de hacerlo también el año pasado, a New Day de CNN el martes. “Necesitamos mandar a cada uno de estos agentes fronterizos de vuelta al entrenamiento”, argumentó ella.
“Quiero asegurarme de que entiendan”, añadió Torres, “que las condiciones no han cambiado un ápice desde la última que estuve en una de estas locaciones hace ocho meses”.
Alexandria Ocasio-Cortez, representante demócrata por Nueva York, también ha subrayado las condiciones que presenció cuando visitó un centro de detención, del cual ella y otras personas se han referido como “campos de concentración”.
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“Los oficiales tenían a las mujeres en celdas sin agua y les dijeron que bebieran de los retretes”, escribió Ocasio-Cortez en Twitter el martes.
Algunos republicanos y críticos de derecha de los demócratas han respondido contra estas críticas, argumentando que las condiciones en los centros de detención de migrantes han sido malas desde hace tiempo, incluso durante la administración del presidente Barack Obama. Aun cuando es difícil comparar con precisión si las condiciones de vida son peores o mejores con el actual comandante en jefe, la administración de Obama fue acusada de tratar a los migrantes de maneras notablemente similares a las de la Casa Blanca actual.
En 2015, durante el mandato de Obama, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) presentó una demanda refiriéndose a las instalaciones de detención como “hieleras”, según reportó Salon. La demanda acusaba a la CBP de mantener “condiciones horribles” que dejaban a la gente en “celdas gélidas, abarrotadas y sucias por períodos largos, sin acceso a camas, jabón, regaderas, comidas adecuadas y agua, atención médica, y abogados violando los estándares constitucionales y las propias políticas de la Patrulla Fronteriza”.
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Estas acusaciones suenan casi idénticas a las condiciones actuales que han tenido críticas duras en semanas recientes. El mes pasado, una abogada de la administración de Trump recibió una importante respuesta negativa después de que trató de argumentar en la corte que al gobierno no se le debería obligar a proveerles a los migrantes necesidades básicas como cobijas, cepillos de dientes y jabón. Los jueces que oyeron los argumentos quedaron mudos de sorpresa cuando la abogada argumentó que estas cosas no se requerían necesariamente para crear un ambiente “seguro y sanitario”.
Aun cuando las condiciones eran malas durante la administración de Obama, algunas cosas parecen haber empeorado durante el mandato de Trump. Un informe de The Marshall Project halló que la población media diaria de migrantes en centros de detención ha aumentado con Trump. Durante el período de Obama en el cargo, la cantidad de migrantes detenidos por lo general era entre 30,000 y 40,000 personas en un día cualquiera. Hasta el año pasado, la media con Trump era cercana a 46,000 personas, y esa cifra ha ido en aumento. Esto ha llevado a todavía más hacinamiento y menos recursos, mientras que las condiciones ya eran consideradas inhumanas por muchos.
Cientos de menores migrantes supuestamente han estado bajo custodia de la CBP más de las 72 horas legalmente permitidas en meses recientes, según datos reportados por The Washington Post a finales de mayo. En algunos casos, los niños estuvieron bajo custodia de la CBP más de una semana. La mayoría de esos niños llegó al país sin un padre o guardián legal, pero la administración de Trump implementó previamente una política de “cero tolerancia” que resultó en miles de familias separadas.
Por esa decisión, los niños migrantes eran separados de sus padres. Aun cuando un juez federal ordenó que se detuviera esa política controvertida el año pasado, el DHS ha batallado para considerar a todos los niños impactados y también para reunir a todas las familias separadas. Aun cuando sí ocurrieron separaciones de familias con Obama y administraciones anteriores, tales decisiones eran relativamente raras y no se usaban para disuadir a los migrantes de venir al país.
Tampoco hubo niños migrantes que muriesen bajo custodia de la CBP durante los últimos seis años de la administración de Obama. Kirstjen Nielsen, ex secretaria del DHS, admitió previamente que había pasado más de una década desde que un niño había muerto bajo detención de la CBP hasta diciembre del año pasado, cuando un niño guatemalteco de ocho años falleció en la víspera de navidad. Desde entonces, por lo menos otros cuatro niños han muerto estando detenidos.
Ocasio-Cortez, quien se ha convertido en una de las críticas más sonoras de los centros de detención, insistió en que no importa si un demócrata o un republicano está a cargo. Ella considera las instalaciones como inaceptables.
“Fui absolutamente franca en contra de las políticas inmigratorias de Obama y la detención de familias por entonces”, dijo la congresista la semana pasada durante una entrevista con CNN. “Pienso que es una postura notablemente consistente, y no estoy aquí para defender acciones incorrectas solo porque sucedieron durante una administración demócrata. Estoy aquí para decirle la verdad al poder. Y si está mal, está mal”.
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Ella añadió: “Francamente, no me importa qué presidente lo hace”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek
