Un satélite de la NASA ha captado imágenes espectaculares de un fascinante proceso natural que se está dando en la región del Gran Himalaya.
La mayoría de los glaciares en este área de Asia —que contiene muchas de las cimas más altas del mundo— están retrocediendo y derritiéndose. Pero alrededor de 200 en la cordillera de Karakórum, que se extiende por las fronteras de Pakistán, India y China, en realidad están haciendo lo opuesto por un proceso conocido como “oleada”.
Un ejemplo notable de estos glaciares de oleada —el tema de las fotos satelitales— yace al norte de Pakistán, cerca del monte Shisparé (o Shishpar) de 7,620 metros de alto.
Alrededor de 1 por ciento de los glaciares de todo el mundo experimenta oleada, un fenómeno que se caracteriza por periodos de movimiento rápido. Durante estos periodos, los glaciares fluyen varias veces más rápido de lo normal, y pueden avanzar varios metros por día, bloqueando vías navegables, arrasando árboles y dañando infraestructura.
Las oleadas usualmente duran unos cuantos meses —a veces varios años— y por lo regular son seguidas por periodos de poco o nulo movimiento que pueden durar 10 años o más.
El glaciar Shisparé empezó su oleada en abril de 2018 —los científicos han observado que algunas partes se han movido entre 13 y 18 metros por día— y ha cubierto una distancia cercana a 10 kilómetros desde entonces. Conforme avanzó, el glaciar bloqueó un arroyo de agua de deshielo que fluye hacia un valle cercano, el cual, para el otoño de 2018, había llevado a la creación de un lago considerable.
Las siguientes imágenes, captadas por el satélite, Landsat 8, resaltan este proceso al mostrar la diferencia en la posición del glaciar y el lago entre el 1 de abril de 2019 y el 5 de abril de 2018. El color gris del hielo se debe a la presencia de polvo, tierra y otros escombros sobre aquel.
Los lagos que se forman de esta manera tienden a ser muy inestables y de poca duración, durando quizá solo una estación. Aun cuando la mayoría se drena lentamente y no provoca problema alguno, a veces los embalses de hielo se derrumban súbitamente, o el agua se derrama desde la punta, provocando inundaciones rápidas y potencialmente peligrosas.
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Por ello, las autoridades de Pakistán han observado de cerca el glaciar para monitorear el riesgo de inundación mediante analizar imágenes satelitales todos los días.
El glaciar de oleada ya ha provocado problemas a quienes viven en el área local al cortar el abastecimiento de agua de una central eléctrica cercana y bloqueando un sendero clave que los mineros y el ganado usan con regularidad.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek