La política se acercó a Ignacio Anaya cuando apenas tenía unos meses de edad y su familia fue testigo de la represión a estudiantes universitarios en 1968. Y aunque no entendía todavía qué pasaba, con abuelos que participaron en los dos bandos durante la Guerra Cristera, el candidato a la gubernatura por el Partido de Baja California (PBC), cuenta que en el hogar de su niñez siempre hubo libros y política.
La suerte laboral de su padre trajo a la familia a Tijuana desde Ciudad de México, y ahora el contador y abogado compite por tercera ocasión por un puesto público.
—¿Por qué esta vez participa con PBC?
—Intenté ser candidato independiente, no se pudo. No importa, regresé a mi trabajo, a mis actividades profesionales, deportivas. A estar con mi familia, seguir dando clases en la universidad, seguir impulsando una pequeña empresa. No busqué dónde acomodarme en el gobierno como un cargo de consuelo. Intenté la senaduría por un partido que me invitó, el Partido Verde Ecologista de México. Hago ese esfuerzo, no se dan las cosas. Sin embargo tuvimos en una elección atípica como fue la del 2018, un buen resultado. Porque en ese contexto donde arrasó Morena, que hayamos sacado casi el 3.4% quiere decir que el Partido Verde, tu servidor y mi equipo hicimos un buen trabajo. No alcancé a entrar de acuerdo con las fórmulas legales.
Decido participar porque me acerco con un partido, el único partido que en el escenario actual se mantiene como partido local independiente de coaliciones y demás. Donde no hay ninguna condición, ningún acuerdo, no tengo que tomar decisiones a diferencia del año pasado, venidas desde el centro del país. Hay una elección interna, el Consejo del partido de manera unánime acepta mi candidatura y por eso estamos aquí.
Suceden cosas tan malas en Baja California, que no podemos estar viendo y quejándonos, sin intentar participar. Además a diferencia de todos los otros candidatos a la gubernatura, vivo en Baja California. He vivido en Baja California desde 1974, no vivo en San Diego ni me he ido al centro de la república, ni he sido contratado por una empresa para estar lejos de aquí.
—¿Qué áreas ve más descuidadas en el estado?
—Seguridad pública, es caótica. La educación, está por los suelos. Una cosa es que la mitad del presupuesto se destine a educación, que es a pagar a los maestros y que ninguna culpa tienen, pero no se está destinando a educación. Contaminación, es tremenda. Un cuarto, que todo deriva de allí: las pésimas decisiones por parte de la administración pública. De allí deriva todo, incluyendo la corrupción. Por último el tema añejo de toda la vida desatendido: el pacto de coordinación fiscal. El gobierno federal se lleva dinero y nos regresa cualquier gota.
—¿Tiene planes para la niñez?
—Vamos a tener una preferencia especial por los grupos vulnerables. Los grupos vulnerables no son problema, el problema es que no se atienden en su contexto. Los delincuentes de hoy que tienen 22, 23 años, también son víctimas porque fueron niños desatendidos. Si queremos acabar con la delincuencia, necesitamos atender a la niñez. No nada más abrir suficientes programas escolares, sino también formal y verdaderamente educativos y deportivos. No podemos corregir a los adultos, ya estamos hechos y derechos o hechos y chuecos, pero a los niños sí podemos conducirlos para que crezcan bien. Necesitamos enfocar los esfuerzos ahí.
—¿De qué vive?
—Tengo un despacho de servicios profesionales legales. No trabajo para el gobierno, no le patrocino asuntos al gobierno, le llevó asuntos a particulares. No soy abogado externo de un gobierno, nunca lo sido. He sido empleado de gobierno municipal, del poder judicial, del poder legislativo. Tengo experiencia en gobierno, no como algunos que porque ocuparon un cargo de esos casi de membrete dicen que tienen toda la experiencia del mundo.
También he sido comerciante. Actualmente además del despacho tengo un pequeño negocio de artículos deportivos y de senderismo. Es un negocio a mi nombre, no tengo prestanombres, no involucro a mis hijos ni los tengo en las sociedades que ande constituyendo para ver qué trucos hago. Soy como la mayoría de los bajacalifornianos, gente de bien, gente honorable del esfuerzo diario.
De ninguna manera de llegar a gobernador del estado van a ver ni a mis amigos, compadres, vecinos o parientes, vendiéndole al gobierno o viéndose favorecidos con negocios del gobierno.
—¿De qué perfiles se acompañaría para gobernar?
—No puedo dar nombres, son 14 secretarías y un secretario particular. Tendré propuestas pero no porque sean mis amigos, mis recomendados o porque traigo un compromiso, porque financió la campaña o porque toda su vida ha estado en el partido y ‘ya le toca la buena’. Tendré propuestas que en la soledad de mis reflexiones y con los documentos de cada una de esas personas, presentaré a los organismos organizados de la sociedad. Finanzas, con los contadores públicos: ‘Aquí están estos tres nombres, quiero que me den su opinión’. También quiero que opinen las empresas, clientes o con quienes hayan trabajado esas personas, para que tengan esa carta de confiabilidad. Yo tomaré la decisión, pero no será de sorpresa y de destapes. Igual en el tema económico, igual en el secretario del trabajo.
—¿Y en seguridad pública?
—A una persona que tenga una imagen impecable, que conozca de seguridad pública, que tenga el aval de la sociedad, no nada más el dedo del gobernador. Y que además nos dé resultados de acuerdo con los programas que se establezcan. Si no da resultados, muchas gracias, no pasa nada. Te vas a tu casa o a tus negocios y ponemos a otro, pero no vamos a mantener a alguien que no dé los resultados que la sociedad merece, exige y no puede seguir esperando.
—Imagino que tendrá que tomar en cuentan al partido para los nombramientos.
—El partido seguirá siendo partido, y yo seré gobernador. Claro, tiene un lugar importante pero tiene otra misión. Yo tengo que gobernar, y el partido tiene que vigilar el cumplimiento del buen desempeño de los cargos de quienes lleguen, pero tiene su propia vida y naturaleza. Tendrá que estarse preparando para el siguiente proceso electoral, elegir a sus candidatos, y allí el gobernador ya no va a participar. Porque el gobernador va a ser gobernador de los bajacalifornianos, no instrumento de ningún partido. Ni del PBC ni de ninguno. Tiene que haber una total separación sin que seamos enemigos. Vamos a ser muy cuates de todos, pero no vamos a hacernos socios de nadie. No voy a empeñar la credibilidad de los votantes.