El fundador de Wikileaks, Julian Assange, fue arrestado este jueves en la embajada ecuatoriana en Londres, luego de que el presidente Lenín Moreno le retirara la condición de asilo.
El arresto respondió a una petición de extradición de Estados Unidos, así como al hecho de haber violado las condiciones de libertad condicional en 2012.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó cargos por conspiración contra Julian Assange por intentar acceder en 2010 a un computador del gobierno estadounidense que contenía información clasificada, junto con la exanalista de inteligencia militar Chelsea Manning.
Assange enfrenta una pena máxima de cárcel de cinco años, informó el Departamento de Justicia en un comunicado.
La Policía del Reino Unido ingresó a las instalaciones del edificio consular y detuvo a Assange que residía allí desde 2012, para evitar la extradición a Suecia por un caso de agresión sexual que ya se ha retirado.
Assange fue puesto bajo custodia en una comisaría del centro de Londres, donde permanecerá, antes de ser presentado ante el Tribunal de Primera Instancia de Westminster tan pronto como sea posible.
Exclusiva RT
Momento en que Julian Assange es sacado forzosamente de la embajada de Ecuador en Londres
"Reino Unido debe resistir la presión de la administración Trump" pic.twitter.com/Pc7IEjlz5p
— RT en Español (@ActualidadRT) April 11, 2019
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, afirmó hoy que tomó la decisión de retirar el asilo diplomático al fundador de Wikileaks, Julian Assange, por violar convenciones internacionales y el protocolo de convivencia.
En un mensaje difundido en su cuenta oficial de Twitter, el mandatario ecuatoriano escribió: “Ecuador decidió soberanamente retirar el asilo diplomático a Julian Assange por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia”.
Ecuador decidió soberanamente retirar el asilo diplomático a Julian Assange por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia. #EcuadorSoberano pic.twitter.com/V02pvvtPY0
— Lenín Moreno (@Lenin) April 11, 2019
Assange, fundador de la organización WikiLeaks, se hizo famoso en 2010, cuando difundió centenas de miles de documentos diplomáticos y militares estadounidenses.
En el 2017, tras la elección en abril a la presidencia de Lenín Moreno, que dio un giro a la diplomacia ecuatoriana, Assange se convirtió en huésped incómodo para Ecuador.
Assange había entrado en la embajada el 19 de junio de 2012 para escapar a una extradición a Suecia cuyas bases acabaron siendo desestimadas. Pero se quedó porque la justicia británica lo seguía persiguiendo por haber violado los términos de su libertad condicional.
En un intento de sacarlo de allí sin asperezas, en enero de 2018 Quito le había concedido la nacionalidad ecuatoriana e intentó otorgarle un estatuto diplomático que Londres rechazó.
El australiano teme ahora ser extraditado y juzgado por la difusión en 2010 de cientos de miles de documentos militares y diplomáticos en Estados Unidos, donde se descubrió por accidente que pesarían en su contra cargos supuestamente secretos.
Elecciones estadounidenses e independentismo catalán
La larga reclusión de Assange hizo que su estrella y protagonismo se fueran apagando. Hasta que en noviembre de 2016 se inmiscuyó en las elecciones estadounidenses y en octubre de 2017 lo hizo en el proceso independentista catalán.
En ambos casos, el gobierno ecuatoriano tuvo que recordarle que no podía entrometerse en asuntos de terceros países desde su legación.
Pero antes, su organización Wikileaks ya había tal vez contribuido a la victoria de Donald Trump al publicar miles de mensajes secretos de la campaña de su rival demócrata Hillary Clinton. Y respaldó a los independentistas catalanes contra el gobierno español de la época, presidido por Mariano Rajoy, divulgando imágenes de la respuesta policial al referéndum de independencia prohibido.
La campaña de Clinton acusó a Wikileaks de estar difundiendo “propaganda rusa”, pero Assange negó estar al servicio de Moscú: “WikiLeaks ha publicado más de 800.000 documentos relacionados con Rusia o (su presidente Vladimir) Putin, y la mayoría son críticos”.
Julian Assange nació el 3 de julio de 1971 en Townsville, en el estado australiano de Queensland.
Su madre, la artista teatral Christine Ann Assange, se separó del padre de Julian antes de que naciera. Durante sus primeros 15 años, el joven vivió en más de 30 ciudades australianas antes de establecerse en Melbourne.
Alumno inteligente, estudió matemáticas, física e informática en la universidad, sin llegar a licenciarse. Lo sedujo entonces la piratería informática, y llegó a entrar en las webs de la NASA y el Pentágono con el seudónimo de “Mendax”.
Fue en esa época cuando tuvo a su hijo Daniel, cuya custodia disputó luego con la madre.
“Egocéntrico”, “obsesivo” y “paranoico”
Con la notoriedad de WikiLeaks, se lo saludó como a un genio informático y un mesías libertario. “El hombre más peligroso del mundo”, se titulaba una biografía suya.
Pero rápidamente, arreciaron las críticas. Las autoridades lo acusaron de poner en peligro las vidas de agentes de inteligencia, y algunos viejos amigos y colaboradores lo describieron como “egocéntrico”, “obsesivo” y “paranoico”.
“El hombre que presume de desvelar los secretos del mundo, no soporta los suyos”, sentenció Andrew O’Hagan, al que pidieron que escribiera la biografía de Assange y acabó por tirar la toalla.
La habitación en la que Assange pasó los últimos años está dividida en una oficina y una sala de estar, con una cinta para hacer ejercicio, una ducha, un horno microondas y una lámpara de luz solar artificial.
El equipo de abogados del australiano, dirigido por el exjuez español Baltasar Garzón, denunció las condiciones de vida impuestas en la embajada, donde desde octubre Assange sólo tenía acceso a internet mediante el wifi de la legación y sus visitas estaban estrictamente reguladas, afirmando que vulneran sus “derechos fundamentales”.
Hacen “depender el asilo político de Assange de la censura de su libertad de opinión, expresión y asociación”, aseguraron, acusaciones rechazadas por Quito.