La joven saudí de 18 años que huyó de su familia y pidió asilo cuando llegó a Tailandia viajará a Canadá este viernes, anunció un responsable de los servicios de inmigración tailandeses.
Rahaf Mohamed al Qunun “volará rumbo a Canadá a las en la noche del viernes esta noche”, declaró a la AFP este responsable, Surachate Hakparn.
La fuga de la joven, supone una nueva sacudida para esa conservadora sociedad, en la que algunas voces masculinas se han atrevido a criticar el sistema de tutela masculino sobre las mujeres.
Rahaf Mohamed al Qunun, de 18 años, llegó a Bangkok este fin de semana, procedente de Kuwait, y afirmó que quería huir de los abusos psicológicos y físicos de su familia y pedir asilo en Australia.
Sus pedidos de ayuda provocaron la cólera de muchos sauditas que siguen muy apegados al sistema de tutela. Pero también suscitó un inusual debate en internet entre varios jóvenes sauditas, entre ellos hombres, que pidieron acabar con esta norma de tutela masculina sobre las mujeres.
Considerado como una forma de apartheid entre sexos, este sistema significa que las sauditas dependen de sus tutores masculinos (marido, padre, hermano u otro pariente cercano) cuando se trata de tomar decisiones como estudiar, casarse, viajar o incluso renovar su pasaporte.
Bandar, un joven estudiante de medicina, lamentó en un video en Twitter el hecho de que “la tutela da a los hombres una última autoridad sobre las mujeres”.
“Pueden controlarla, abofetearla, pegarla, hacer lo que quieran sin que ninguna autoridad [pública] les detenga”.
“Esto hace que las mujeres tengan ganas de vivir fuera, lejos del lugar donde han nacido o donde han crecido […] porque vivir aquí les ahoga”.
La etiqueta “Abandonen la tutela, sino todos vamos a emigrar” ha ganado terreno en internet.
“La sociedad saudita, en general, no ha logrado aceptar en absoluto el hecho de que las mujeres también tienen deseo de emanciparse”, tuiteó otro saudita, Ahmad Nasser al Shathri.
Este denunció la idea según la cual “el deseo innato de una mujer no puede ser el de ocuparse del hogar, lo que paraliza nuestro crecimiento social”.
– Sistema “represivo” –
El reino ultraconservador, regido por una versión rigorista del islam, está inmerso en un programa de reformas económicas y sociales, impulsado por el joven y polémico príncipe heredero Mohamed bin Salmán.
La más espectacular de estas reformas, muy aplaudida, consistió en levantar en junio la prohibición de conducir para las sauditas, un caso único en el mundo.
También se autorizó que las mujeres puedan asistir a partidos de fútbol junto a los hombres y acceder a algunos empleos que estaban reservados a los varones.
Algunos expertos consideran que estas transformaciones se vieron motivadas por la caída de los precios del petróleo y por la necesidad para el reino de diversificar su economía.
Los medios locales celebraron en los últimos meses numerosas novedades para las mujeres, como las de ser jefa de restaurante, piloto de carreras o presentadora estrella de televisión.
Pero los críticos opinan que solo se trata de cambios superficiales, a falta de la abolición del sistema de tutela.
“Las reformas sociales en Arabia Saudita son reales y mejorarán la vida cotidiana de las mujeres”, explicó a la AFP Bessma Momani, profesora en la Universidad de Waterloo (Canadá).
“Pero el sistema de tutela sigue siendo represivo y obstaculiza los derechos y la movilidad de las mujeres”, precisó.
– Pararrayos –
La emancipación de las mujeres puede ayudar a transformar la ultraconservadora sociedad saudita, según los expertos.
Algunos responsables afirman que se está intentando desmantelar el sistema de tutela progresivamente para evitar la reacción violenta de los religiosos conservadores.
Entre tanto, continúan emergiendo historias increíbles, como las de detenidas bloqueadas en prisión después de haber cumplido sus penas, porque sus tutores no las han reclamado.
Una saudita contó a la AFP que no pudo renovar su pasaporte porque su padre -su único tutor masculino- entró en coma.
Son muchos los sauditas que condenaron a la joven Rahaf Mohamed al Qunun que, según ellos, deshonró a su familia, pero también los hay que han expresado su solidaridad con ella.
“Para el príncipe heredero es difícil desmantelar por completo las leyes sobre la tutela debido a los religiosos conservadores que tienen un interés político directo en seguir siendo influyentes en una Arabia Saudita en plena transformación”, señaló Momani.
“Dicho esto, la presión social que se ejerce sobre jóvenes como Rahaf, quienes encuentran las reformas particularmente lentas […], podría resultar ser un desafío político más importante que el planteado por los religiosos conservadores”, puntualiza.
(Con información de AFP).