Los taiwaneses votaron este sábado a favor de una propuesta para que se reconozca el matrimonio como una unión exclusivamente entre un hombre y una mujer, una clara derrota para los defensores de la causa gay.
La propuesta presentada en referéndum cosechó unos siete millones de votos, mucho más que el apoyo que recibió la proposición favorable al matrimonio homosexual.
La justicia taiwanesa había allanado en 2017 el camino para las uniones gay, decisión que no fue implementada. Desde entonces, los opositores de la medida se organizaron para pedir un referéndum, y lo mismo hicieron los defensores.
Los taiwaneses pudieron en realidad pronunciarse sobre cinco propuestas diferentes sobre el matrimonio homosexual, en una jornada de plebiscito popular sobre una decena de cuestiones, además de elecciones locales.
La propuesta progay que proponía que el Código Civil otorgara el derecho a casarse a las parejas del mismo sexo, solo obtuvo tres millones de votos.
El Tribunal Supremo taiwanés había dado dos años en 2017 para que se legislara sobre el matrimonio homosexual. Aunque el gobierno ha afirmado que los resultados de este sábado no modifican esos planes, los defensores de la causa LGTB expresaron su temor de que esos proyectos se vean frenados en seco tras la jornada electoral.
– Elecciones de medio mandato, derrota para la presidenta –
Además de los referendos, el electorado acudió a las urnas para las elecciones de medio mandato, en 22 ciudades, y el gobernante Partido Demócrata Progresista (DPP) sufrió una dolorosa derrota.
La presidenta del país, Tsai Ing-wen, renunció inmediatamente como líder del partido, lo que arroja dudas sobre sus perspectivas de reelección en 2020.
El Kuomintang (KMT), principal partido opositor, ganó terreno enmarcando los comicios como un voto de desconfianza hacia Tsai y prometiendo impulsar la economía así como relaciones pacíficas con China.
Los comicios representaban un test de medio mandato para Tsai, que se enfrentaba a críticas por reformas internas como los recortes en pensiones pero también a la preocupación por los deteriorados vínculos con China.
“Dimito como líder del DPP. Nuestros esfuerzos no fueron suficientes y decepcionamos a todos nuestros seguidores que lucharon con nosotros. Quiero expresar nuestras más sinceras disculpas”, dijo Tsai a los periodistas.
El KMT, que supervisó un deshielo con Pekín antes de que Tsai asumiera el cargo en 2016, declaró haber ganado en 15 de los 22 escaños de la ciudad y del condado. Antes de los comicios, solo gobernaba en seis ciudades. En cambio el DPP, que tenía 13 ciudades, declaró haber ganado en solo seis, perdiendo su bastión tradicional en la ciudad de Kaohsiung por primera vez en 20 años.
Aún tiene que anunciarse los resultados para la alcaldía de Taipei, la capital.
Pekín intensificó su presión militar y diplomática sobre Taiwán desde que Tsai llegó al poder en 2016. China estima que Taiwán es parte de su territorio, que tarde o temprano tendrá que anexar a China continental, mientras que Taiwán se considera un Estado soberano, aunque nunca declaró su independencia.
Tsai se ha negado a reconocer la postura de Pekín de que Taiwán es parte de “una China”, a diferencia de su predecesor del KMT, Ma Ying-jeou. Antes de la votación, los funcionarios del DPP repitieron que creían que China se había entrometido en los preparativos de las elecciones a través de una campaña de “noticias falsas”.
(Con información de AFP).