El gobierno de Oaxaca carece de planeación presupuestal, así como de elementos técnicos dentro del Plan Estatal de Desarrollo (PED) que permitan medir la efectividad del gasto, afirmó el secretario de Egresados Pro-Oaxaca A.C, (Exatec), Fernando Ríos López.
Luego de presentar el “Presupuesto ciudadano 2017- 2018”, realizado por vez primera por la sociedad civil, señaló que se requiere de mayor atención por parte del Poder Legislativo, para exhortar a las autoridades a establecer indicadores que permitan medir la efectividad del gasto.
“En el decreto de aprobación del presupuesto 2018, el Congreso ‘disculpó’ al Ejecutivo carecer de criterios rigurosos que permitieran establecer un cálculo respecto del uso de los dineros con resultados palpables. Sin embargo, no se le dio seguimiento”, lamentó.
Y sostuvo que los diputados integrantes de la Comisión de Presupuesto deben enfocarse a pedir cuentas, ya que si bien existe una Ley Estatal del Presupuesto y otra de carácter Hacendaria de vanguardia a nivel nacional, no son funcionales si no se ocupan.
*Documento ciudadano
El presupuesto ciudadano efectuado por Exatec y el Instituto de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos Personales es un documento ciudadano que por vez primera realiza una comparación, traduce datos abiertos e incluye recomendaciones.
El cual, indicó Ríos López, explica de manera sencilla de dónde vienen los ingresos que obtiene el Estado, en qué se gastan y establece parámetros que permiten realizar comparaciones.
Resaltó que los “presupuestos históricos” aprobados para Oaxaca llevan consigo tasas de variación sin que se explique el motivo por el cual el gobierno otorga a determinada entidad mayores recursos.
Entre los entes que presentan la mayor cantidad de presupuestos se encuentran el Congreso del Estado, el cual incrementó en un 40 por ciento su asignación entre 2017 y 2018.
También en este rubro se encuentran los Fideicomisos públicos, con un porcentaje similar.
Reconoció que derivado de este análisis se detectó que el presupuesto atiende a repartirse bajo una inercia, sin que se atienda una planeación metódica y basado en resultados.
Señaló que en la actual administración se retomaron programas del gobierno pasado, y con criterios “poco claros” se asignaron recursos a estructuras que tenían en un inicio 73 y llegaron a 100, para concluir en 81.