Los Juegos Olímpicos de Río serán los 31º Juegos de Verano de la era moderna, pero tienen un largo camino por andar antes de que puedan competir con casi 12 siglos de Juegos Olímpicos antiguos. Los atletas llegaban desde toda Grecia para competir en cosas como correr, lanzar discos, boxear y carreras de caballos, en honor del dios griego Zeus.
La mayoría de la gente probablemente tiene una idea de cómo los juegos antiguos formaron un patrón para los Juegos Olímpicos modernos, pero cuando se hurga en los detalles de las fuentes antiguas, uno empieza a ver que las cosas no son tan simples.
1. Ideales olímpicos desacreditados
Muchas de las afirmaciones que la gente ha hecho sobre las conexiones entre los juegos antiguos y los modernos son falsas. Los Juegos Olímpicos se presentan como un medio para la paz y unidad mundial, justificada por la idea de la llamada “tregua” olímpica antigua, la cual implicaba un cese a las batallas por todo el mundo griego durante los juegos. Pero ahora sabemos que fue principalmente sólo para proteger a quienes viajaban a los juegos.
Luego está el ideal elitista del amateurismo olímpico en los siglos XIX y principios del XX. Eso se justificaba con la idea de que los atletas antiguos competían por el mero hecho de hacerlo, pero ahora está claro de que lo hacían por el dinero.
La historia del triple salto es la más extraña de todas. Fue inventado para los Juegos Olímpicos de Atenas en 1896 en respuesta a un texto antiguo que registraba un récord de salto de longitud de más de 15 metros. Cuando se lee ese texto con detenimiento, queda en claro que la distancia fue puesta como un chiste.
2. ¡Carambas!
Las afirmaciones engañosas como ésta por lo general se han basado en una cantidad relativamente pequeña de textos literarios de los siglos cuarto y quinto a.C. (el período clásico). Pero si uno quiere entender realmente el deporte antiguo, necesita ver también las miles de inscripciones atléticas sobrevivientes grabadas en piedra de los últimos tres siglos a.C. (el período helénico) y del Imperio Romano (del 31 a.C. en adelante): pocos textos dan un vistazo tan vívido a la antigua vida cotidiana.
Cuando se ve ese material, uno cae en cuenta de cuán extraños y ajenos eran algunos aspectos del deporte antiguo para los estándares modernos, en especial el elemento religioso. Por ejemplo, imagine que se sacrifiquen vacas entre carreras en medio de un moderno estadio olímpico.
3. Calendarios abarrotados
Pero este material también nos señala algunas similitudes sorprendentes entre lo antiguo y lo moderno. Muchos han argumentado que los eventos deportivos complejos y burocráticos apenas se desarrollaron en el siglo XIX. La evidencia del Imperio Romano muestra que esto posiblemente no sea correcto.
El atletismo griego floreció en el Imperio Romano y los Juegos Olímpicos en particular experimentaron un resurgimiento, en especial a través del patrocinio de emperadores sucesivos. Los Juegos Olímpicos eran el evento principal en un calendario que involucraba probablemente más de 500 festivales anuales organizados independientemente por todo el oriente del Mediterráneo. La complejidad organizativa y la inversión financiera eran enormes.
4. Hora de construir de nuevo
Los medios de comunicación han estado llenos de las historias usuales sobre la carrera para completar los edificios olímpicos en Río. Por lo menos en el mundo antiguo, los festivales deportivos se mantenían en el mismo lugar para que los edificios pudieran reutilizarse.
Pero la preparación estaba lejos de ser clara. El siguiente texto, fechado posiblemente alrededor del 240 a.C., describe los preparativos para el festival pítico (sólo detrás de los Juegos Olímpicos). Lista más de 40 tareas, cada una con un costo grande y contratista del edificio:
Cavar y aplanar la pista de práctica cubierta y la columnata… cavar y aplanar la pista de práctica al aire libre… proveer 270 medimnoi [alrededor de 14,000 litros] de tierra blanca para la pista de práctica cubierta… cercado de la pista de práctica cubierta…
Mantenimiento de las pistas de práctica cubierta y al aire libre, los salones para los juegos de pelota, y el gimnasio… limpiar el estadio pítico y renovar los terraplenes circundantes… cavar el estadio pítico, y cavar y aplanar las fosas de salto… construir el auditorio.
También hay evidencia de sociedad público-privadas, donde individuos ricos pagaban obras que estarían disponibles para obtener ganancias fuera del tiempo del festival.
5. Ceremonias de apertura
El relevo de la antorcha no era una institución antigua. Fue inventado por el erudito clásico alemán Carl Diem para los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín, y glorificado a través de la película Olimpia, de Leni Riefenstahl.
Sin embargo, la ceremonia de apertura sí tiene algunos paralelismos antiguos. Hasta donde sabemos, había un desfile desde la ciudad de Elis a 30 o 40 millas de distancia. Parece que incluía a todos los atletas y réferis, presumiblemente con muchos fans detrás de ellos. Involucraba etapas para purificación ritual con sangre de cerdo en el camino.
Al llegar a Olimpia, los réferis clasificaban a los atletas en clases por edades, decidiendo quién debería competir en la categoría de los jóvenes y quién en la de los hombres. Luego los atletas hacían juramentos en rebanadas de carne de jabalí frente a la estatua de Zeus, prometiendo una buena conducta.
Pero posiblemente un mejor precedente de la complejidad de los preámbulos modernos sea la tradición antigua de enviar misiones (theoroi) por todo el mundo griego. Ellos notificaban a otras ciudades de los Juegos Olímpicos y las invitaban a enviar embajadores para celebrar la membresía de la comunidad griega más amplia. Ellos visitaban docenas de ciudades, enfatizando el gran cuidado de los organizadores del festival en mantener el contacto alrededor de su mundo. Les debió tomar muchos meses en total.
6. Golpes de disciplina
Hemos oído mucho recientemente sobre las preocupaciones por las capacidades policiacas brasileñas. La seguridad también importaba en los juegos antiguos. Es difícil hallar paralelismos para el terrorismo moderno, pero las multitudes antiguas podían ponerse revoltosas. Fueron tristemente célebres las revueltas en Pompeya después de una competencia de gladiadores en el 59 d.C.
Las autoridades antiguas vigilaban a los competidores tramposos, pero también podían enfocarse en los espectadores. Eran conocidas más comúnmente como “mastigophoroi” o portadores de látigos. Hay evidencia de que usaban uniformes distintivos y también portaban palos y escudos. Quizás no estemos del todo listos para que en Río los oficiales de seguridad lleven látigos, pero esta preocupación por el orden público es otra señal de que algunas cosas han cambiado menos de lo que podría imaginarse.