

RUSIA ASEGURA QUE SU TORPEDO NUCLEAR “POSEIDÓN” PUEDE INHABILITAR ESTADOS ENTEROS. El presidente Vladimir Putin afirmó que el país probó con éxito el torpedo Poseidón, un dron submarino capaz de portar una ojiva nuclear y operar con propulsión atómica.
Un alto legislador ruso calificó el arma como lo suficientemente poderosa para “incapacitar Estados enteros”, sin que existan defensas conocidas o equivalentes en el mundo.
La exitosa prueba del torpedo nuclear Poseidón marca una nueva escalada en la carrera armamentista global. Este sistema, también conocido en medios occidentales como el “súper tornado nuclear”, fue diseñado para eludir los sistemas de defensa estadounidenses y provocar devastadores tsunamis radiactivos contra objetivos costeros.
El anuncio llega en medio de tensiones crecientes entre Rusia y Estados Unidos por la guerra en Ucrania, la competencia armamentista y el aumento de la retórica nuclear. Analistas militares señalan que el Poseidón refuerza la capacidad de disuasión estratégica rusa y podría modificar el equilibrio de las futuras negociaciones de control de armas entre Washington y Moscú.
Durante un encuentro con soldados heridos en Ucrania, Putin afirmó:
“Por primera vez logramos no solo lanzarlo desde un submarino portador, sino también activar su unidad de energía nuclear. Es un enorme éxito”.
De acuerdo con el analista de seguridad nacional Steve Balestrieri, su objetivo principal es burlar los sistemas antimisiles estadounidenses desarrollados tras la salida de EE. UU. del Tratado ABM de 1972.
Las implicaciones estratégicas y ambientales son enormes. Se cree que su carga podría incluir una bomba de cobalto, diseñada para maximizar la contaminación radiactiva. Modelos citados por NukeMap estiman que una detonación podría volver inhabitable un área de 1,700 por 300 kilómetros o desatar un “tsunami nuclear” en ciudades costeras.
La prueba del Poseidón se produce en un momento de creciente debate internacional sobre el control de armas nucleares. Observadores advierten que este avance incrementa la presión sobre Estados Unidos y la OTAN para revisar sus políticas de defensa ante la aparición de drones submarinos nucleares capaces de eludir los escudos balísticos.
El presidente Donald Trump y su equipo han instado repetidamente a Moscú a frenar la escalada nuclear, imponiendo sanciones dirigidas al sector de defensa y energía rusos. Sin embargo, la posible incorporación del Poseidón a la flota de submarinos rusos plantea nuevas preocupaciones sobre la seguridad nuclear, el riesgo de escalamiento y los impactos ambientales. N