El prolífico escritor estadounidense Paul Auster, autor de obras como La trilogía de Nueva York, murió este martes 30 de abril a los 77 años por complicaciones de un cáncer de pulmón. Auster falleció en su casa de Brooklyn rodeado por su familia, entre ellos su esposa y también escritora Siri Hustvedt y su hija Sophie, dijo su amiga Jacki Lyden en un comunicado enviado a la AFP.
Para su amiga Lyden, Auster fue “escritor de escritores“, alguien que abarcó “con las palabras todas las facetas de la pérdida, la soledad, las alegrías y las penas de una vida”. Además, dijo: “Nunca perdió el contacto con el sufrimiento humano y eso lo convirtió en el amado escritor que ha sido”.
En marzo de 2023, Hustvedt anunció que Auster fue diagnosticado con un cáncer, el colofón de unos años trágicos en la recta final de su vida. Su nieta de diez meses había muerto en 2021 por ingerir heroína. Y su hijo Daniel, padre de la niña y acusado de homicidio involuntario, falleció por una sobredosis apenas diez meses después.
PAUL AUSTER NO LOGRÓ SALIR DE ‘CANCERLANDIA’
En un texto publicado en agosto de 2023 en Instagram, Hustvedt reconoció que la enfermedad no daba tregua a Auster. “El paciente, y yo a su lado, hemos viajado por esta carretera, hemos tenido retrasos y hemos rodado en círculos. Aún no hemos llegado al cartel que indica el final del camino: Usted está saliendo de Cancerlandia”, escribió junto a fotos de los dos cuando eran más jóvenes.
Paul Auster creció en Newark, Nueva Jersey, y era hijo de inmigrantes judíos-polacos. Se mudó a Nueva York para asistir a la Universidad de Columbia. Tras graduarse pasó cuatro años en Francia, donde vivió de hacer traducciones mientras perfeccionaba su oficio como escritor.
Pasó por momentos particularmente oscuros en la década de 1970 cuando se casó y cuatro años más tarde se divorció de la cuentista estadounidense Lydia Davis, con quien tuvo a Daniel. “Me había topado contra un muro en mi trabajo. Estaba bloqueado y me sentía miserable, mi matrimonio se estaba desmoronando, no tenía dinero. Estaba acabado”, dijo Paul Auster a The New York Times en 1992.
UNA HERENCIA LE PERMITIÓ DEDICARSE A LA ESCRITURA
El punto de inflexión se dio en 1979 con la repentina muerte de su padre, cuya herencia le permitió dedicarse a la escritura. Auster publicó en 1982 La invención de la soledad, una reflexión inquietante sobre las relaciones padre-hijo, un tema recurrente en su obra.
El libro fue un éxito entre los críticos y desató el talento de Auster. El mismo año se casó con Hustvedt, y ambos se convirtieron en una de las parejas de intelectuales más famosas de Nueva York. Su gran avance se produjo con La trilogía de Nueva York, un giro filosófico en el género policíaco que presenta a un turbio cuarteto de detectives privados llamados Blue, Brown, Black y White.
Otras obras destacadas son El libro de las ilusiones (2002) o Brooklyn follies (2005), en el que un superviviente de cáncer de pulmón busca un lugar para morir tranquilo en el Brooklyn de su infancia. N
(Con información de AFP)