Una prueba para la COVID que se llevaba a cabo a través del cuello de una mujer en en un hospital del Reino Unido salió mal después de que el hisopo se partió y entró en sus pulmones, según muestra un informe de caso.
La paciente de 51 años recientemente se había sometido a una cirugía cerebral y, como parte de su tratamiento, le habían colocado un tubo de traqueotomía, un dispositivo insertado en un orificio hecho en el cuello y la tráquea, pensado para ayudarle a un individuo a respirar.
Después de la operación, el personal de los Hospitales Universitarios del Fideicomiso de Leicester del Servicio Nacional de Salud (NHS) hizo que la mujer recibiera una prueba para la COVID-19 como parte del protocolo normal antes de darla de alta en un asilo.
El personal decidió meter un hisopo para el virus a través del tubo de traqueotomía, ya que la paciente había respirado a través del orificio en su cuello y, por lo tanto, potencialmente podía infectarse a través de dicha vía respiratoria.
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Pero durante el procedimiento, la enfermera responsable sintió que parte del hisopo se partió y un extremo cayó dentro de la tráquea, según descubrió un estudio de caso publicado en la BMJ.
El informe dice que la paciente se “inquietó momentáneamente” y empezó a respirar con más intensidad por un momento antes de regresar rápidamente a la normalidad.
El personal médico posteriormente llevó a cabo una tomografía computarizada de su pecho, pero las imágenes iniciales de la inspección no revelaron señal alguna de un objeto extraño, aun cuando sí indicaron la presencia de un poco de inflamación en la parte baja del pulmón derecho.
Un análisis posterior de las imágenes suscitó sospechas de que un objeto extraño estaba presente, por lo que los médicos decidieron llevar a cabo un procedimiento conocido endoscopia, en la cual se usa un tubo largo y delgado con una cámara y luz en la punta —conocido como un endoscopio— para observar los órganos dentro del cuerpo.
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Los autores del informe de caso dijeron que aun cuando este procedimiento común es seguro y confiable, es de “alto riesgo” en la era de COVID-19, dado el potencial de infección con el virus SARS-CoV-2.
El personal médico insertó el endoscopio en el punto de la traqueotomía y finalmente detectó que el hisopo estaba dentro del pulmón derecho. Luego fue retirado usando un endoscopio provisto de un dispositivo especial diseñado para retirar objetos del cuerpo.
Los autores dijeron que este caso “subraya la necesidad de una guía clara” de cómo se toman las muestras del virus SARS-CoV-2 en pacientes que se han sometido a una traqueotomía o laringectomía —la extirpación médica de la laringe— y tienen orificios al frente de sus cuellos para respirar.
Un portavoz de los Hospitales Universitarios del Fideicomiso de Leicester del NHS dijo a la BBC que se habían puesto en práctica “medidas de seguridad adicionales” después del incidente.
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Publicada en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek