La demanda de la ciudad estadounidense Misuri contra China por “desatar el COVID-19 en el mundo” está llegando a su fin, y el estado amenaza con confiscar 25,000 millones de dólares en activos si Pekín se niega a pagar daños y perjuicios.
El estado de Misuri demandó a China en abril de 2020 mientras el covid-19, que se originó en Wuhan, en la provincia de Hubei, y mató a más de 7 millones de personas, se propagaba por el mundo.
Washington, la Organización Mundial de la Salud [OMS] y otros han pedido a Pekín, que en las críticas semanas iniciales del brote reprimió los esfuerzos para alertar al mundo, que revele toda la información relacionada con el brote.
Las autoridades chinas dicen que compartieron datos “sin reservas” y sugieren que el virus pudo haberse originado en otro lugar, una afirmación que no cuenta con un amplio respaldo de la comunidad científica.
Solo queda un elemento en la demanda de cinco años: si China, que acumuló cubrebocas y otros equipos de protección personal, aumentó los costos para los habitantes de Misuri y los puso en riesgo.
China representó la mitad de la producción mundial de cubrebocas quirúrgicos e impuso restricciones a la exportación de estos y otros equipos de protección personal a medida que la demanda se disparaba.
El juicio contra China por el covid-19 comenzó a las 2 de la tarde de este lunes 27 de enero, en el juzgado federal de Cape Girardeau, y duró menos de una hora, según informaron los medios locales.
China se negó a participar, por lo que es probable que se dicte una sentencia a favor del estado, según informó la oficina del fiscal general en un comunicado de prensa.
MISURI CONFÍA EN GANAR LA DEMANDA CONTRA CHINA POR LA PROPAGACIÓN DEL COVID-19
“Hoy hemos llevado a China a los tribunales para que rinda cuentas por haber propagado el covid-19 en el mundo”, dijo el fiscal general, Andrew Bailey. “Misuri es el único estado del país que ha presentado una demanda para exigir responsabilidades al Partido Comunista de China por causar y exacerbar el covid-19”.
Los procedimientos se producen poco después de un informe explosivo publicado por la CIA que concluye que una fuga de laboratorio fue el origen más probable del virus.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, desestimó el lunes estos hallazgos. “El rastreo de los orígenes es una cuestión científica y cualquier juicio al respecto debe hacerse con un espíritu científico y por científicos”, dijo a los periodistas.
Andrew Bailey, fiscal general de Missouri, dijo: “Hoy fue un gran día: el juez escuchó nuestros argumentos y formuló preguntas detalladas. Estamos seguros de que cobraremos los 25,000 millones de dólares que exigimos por daños y perjuicios. Y si China se niega a pagar, confiscaremos los activos chinos”.
Mao Ning, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, dijo: “Estados Unidos de inmediato debe dejar de politizar y utilizar como arma el rastreo de los orígenes, y dejar de convertir a otros en chivos expiatorios. Estados Unidos debe responder lo antes posible a las preocupaciones legítimas de la comunidad internacional, compartir voluntariamente sus datos con la OMS sobre los casos tempranos sospechosos en Estados Unidos, aclarar las cuestiones relativas a los laboratorios biológicos estadounidenses pertinentes y dar una explicación responsable al mundo”.
Se espera que el fallo del tribunal se conozca en las próximas semanas. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)