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Trump reabre la era nuclear: qué sabemos y qué implicaciones tiene para la geopolítica

Publicado el 31 de octubre, 2025
Trump reabre la era nuclear: qué sabemos y qué implicaciones tiene para la geopolítica
La posibilidad de que Estados Unidos retome ensayos explosivos representa un retroceso simbólico y político que podría debilitar los esfuerzos internacionales de no proliferación. (AdobeStock)

DONALD TRUMP INSISTE EN QUE ESTADOS UNIDOS HARÁ PRUEBAS NUCLEARES. Pero una vez más, el presidente evitó aclarar si se trata de ensayos explosivos, una posibilidad que ha generado preocupación y tensión en todo el mundo.

UNA DECLARACIÓN QUE DESPIERTA INCERTIDUMBRE

Durante una conversación con reporteros a bordo del Air Force One, Trump se negó a precisar si su directiva implica explosiones reales.

“No lo voy a decir. Lo sabrán muy pronto, pero vamos a hacer algunas pruebas. Otros países lo hacen; si ellos lo hacen, nosotros también lo haremos”, dijo antes de viajar a su campo de golf en Florida.

La última prueba nuclear explosiva realizada por Estados Unidos fue en 1992. Desde entonces, solo Corea del Norte ha llevado a cabo ensayos de ese tipo. Ni Rusia ni China han efectuado pruebas similares desde la década de los noventa.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, habla con los periodistas a bordo del Air Force One antes de la salida de la Base Conjunta Andrews, Maryland, el 31 de octubre de 2025. Trump viaja a su residencia en Mar-a-Lago, Florida, durante el fin de semana. (AFP)

El mandatario republicano, de 79 años, había anunciado su intención de realizar pruebas mediante una publicación en redes sociales, minutos antes de ingresar a una cumbre con el líder chino Xi Jinping en Corea del Sur. Su mensaje se difundió poco después de que Rusia informara haber probado un torpedo y un misil de crucero con capacidad nuclear, lo que incrementó las tensiones entre potencias.

REACCIONES INTERNACIONALES

Irán calificó la iniciativa de Trump como “retrógrada e irresponsable”. Su canciller, Abbas Araghchi, escribió en redes:

“Un matón nuclear reanuda las pruebas atómicas. El mismo matón que ha demonizado el programa nuclear pacífico de Irán.”

En Japón, la organización Nihon Hidankyo, que agrupa a los sobrevivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, envió una carta de protesta a la embajada estadounidense.

“La orden contradice directamente los esfuerzos globales por un mundo sin armas nucleares y es completamente inaceptable”, señaló el grupo, ganador del Premio Nobel de la Paz.

Infinito, uno de los monumentos en el Heiwa Koen – Parque de la Paz – en Nagasaki, Japón. El parque conmemora el bombardeo atómico de la ciudad. (AdobeStock)

DIVISIÓN DENTRO DE ESTADOS UNIDOS

Mientras tanto, las declaraciones del presidente también generaron controversia dentro del propio país. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, defendió la idea al asegurar que “reanudar las pruebas es una política bastante responsable”, mientras que el vicepresidente JD Vance argumentó que el arsenal nuclear estadounidense “debe probarse para garantizar que funcione correctamente”.

Sin embargo, China pidió a Washington “cumplir de buena fe con la prohibición global de ensayos nucleares”, y el secretario general de la ONU, António Guterres, reiteró que “las pruebas nucleares no pueden permitirse bajo ninguna circunstancia”.

Estados Unidos firmó en 1996 el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, que veta todas las explosiones atómicas con fines militares o civiles.

MOSCÚ RESPONDE

El Kremlin rechazó la idea de que sus recientes pruebas de armamento justifiquen un retorno a los ensayos con detonaciones reales. El portavoz Dmitri Peskov aclaró que los ejercicios rusos “no pueden interpretarse de ninguna manera como una prueba nuclear” y expresó su esperanza de que “la información haya sido transmitida correctamente al presidente Trump”.

La posibilidad de que Estados Unidos retome ensayos explosivos representa un retroceso simbólico y político que podría debilitar los esfuerzos internacionales de no proliferación. (AdobeStock)

Aun así, Peskov dejó entrever que Rusia podría considerar reanudar sus propias pruebas si Estados Unidos lo hace primero. Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, el país euroasiático cuenta con 4,309 ojivas desplegadas o almacenadas, frente a 3,700 de Estados Unidos y 600 de China.

EL FINAL DE UNA MORATORIA HISTÓRICA

Entre 1945 y 1992, Estados Unidos realizó 1,054 pruebas nucleares, desde la primera en Nuevo México hasta la última detonación subterránea en el Sitio de Seguridad Nuclear de Nevada. Tras esa fecha, el entonces presidente George H. W. Bush impuso una moratoria que fue mantenida por todos sus sucesores.

Desde entonces, los experimentos nucleares fueron sustituidos por ensayos subcríticos y simulaciones computarizadas avanzadas. La nueva directiva de Trump, si implica explosiones reales, marcaría un cambio radical en la política de contención nuclear de más de tres décadas.

UNA DECISIÓN QUE PONE AL MUNDO EN ALERTA

Aunque el presidente no ha confirmado si se trata de pruebas subterráneas o experimentos sin detonación, sus declaraciones reabren uno de los debates más sensibles de la era nuclear: el equilibrio entre seguridad, disuasión y responsabilidad global.

La posibilidad de que Estados Unidos retome ensayos explosivos representa un retroceso simbólico y político que podría debilitar los esfuerzos internacionales de no proliferación. Repetir los errores del siglo XX sería condenar al mundo a su posible destrucción. N

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