

PARAGUAY REFORZÓ SUS FRONTERAS CON BRASIL para prevenir el ingreso de miembros del grupo criminal Comando Vermelho tras la gigantesca operación policial que dejó más de 100 muertos en Río de Janeiro, informó este jueves 30 de octubre el ministro de Defensa, José Múcio.
El ministro de Paraguay, Cíbar Benítez, indicó en conferencia de prensa que el refuerzo de fronteras es una “operación conjunta” con Brasil y Argentina, que había anunciado la misma medida el miércoles.
El martes, fuerzas de seguridad de Río de Janeiro llevaron a cabo un operativo contra el grupo narco Comando Vermelho en favelas de la ciudad, con un balance oficial de 121 muertos y 113 detenidos, lo que la convirtió en la operación más mortal de la historia de Brasil.
Benítez adelantó que el presidente paraguayo, Santiago Peña, “firmará un decreto en las próximas horas” para declarar organizaciones terroristas a los grupos criminales Comando Vermelho y Primeiro Comando Capital (PCC), algunos de cuyos integrantes están presos en Paraguay.
El ministro del Interior, Enrique Riera, agregó que la extensa frontera con Brasil será vigilada en conjunto por el ejército y la policía. El gobierno paraguayo dispuso además reforzar las cárceles en las que se encuentran miembros del Comando Vermelho y del PCC en carácter de procesados o condenados.
El miércoles la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, había anunciado el refuerzo de la frontera con Brasil “para proteger a los argentinos ante cualquier ‘desbande’ que pueda generarse por los conflictos en Río de Janeiro”.
En cuanto al operativo, la primera señal de alerta se produjo hacia las 3:30 horas del martes, con los ladridos de los perros. Hacia las 5:00 horas se oyeron los primeros disparos. De acuerdo con un seguimiento del medio New York Times, unos 2,500 agentes de policía, en decenas de vehículos blindados, llegaron a la zona en busca de narcotraficantes que sospechaban que estaban vinculados al poderoso grupo criminal conocido como el Comando Vermelho. Dos helicópteros de la policía también sobrevolaron la zona.
Horas después la policía afirmó que la vasta operación había sido un triunfo al haber matado a unos 60 delincuentes. Sin embargo, cuando un grupo de voluntarios salió de sus casas y empezó a buscar a los desaparecidos, el número de muertos era mucho mayor.
En resumen, el objetivo de la operación era detener la expansión del Comando Vermelho, una organización que en los últimos meses ha intentado ocupar zonas cada vez más amplias de la ciudad. Nacido en las prisiones de Río de Janeiro a finales de la década de 1970, el grupo se expandió con rapidez durante los últimos años y hoy controla territorios en distintas regiones de Brasil, incluida la Amazonia. N