
Un asteroide es la causa más probable de la extinción de los dinosaurios, pero ¿podría ocurrirnos algo similar?
Un estudio ha comparado la probabilidad de un impacto devastador de un asteroide con otras causas de muerte, revelando algunos resultados sorprendentes sobre nuestras posibilidades de ser estrellados durante nuestra vida.
La investigación, que se publicará en The Planetary Science Journal, tiene como objetivo poner estos riesgos cósmicos en una perspectiva más clara y destacar la importancia de iniciativas de defensa planetaria.
En su estudio, la profesora de física Carrie Nugent, del Olin College of Engineering de Massachusetts, y sus colegas, simularon las órbitas de cinco millones de objetos cercanos a la Tierra (NEOs) con diámetros superiores a 140 metros. Mediante el seguimiento de los posibles impactos en la Tierra durante 150 años, pudieron calcular la frecuencia de dichos eventos.
Los autores descubrieron que la probabilidad de que un asteroide de más de 140 metros impacte en la Tierra es mayor que la probabilidad de que una persona sea alcanzada por un rayo o atacada por un coyote.
El análisis también reveló que la frecuencia estimada de impacto de los NEO, de más de 140 metros, es de aproximadamente uno cada 11,000 años.
Según los investigadores, el trabajo proporciona un marco para que los responsables políticos “den prioridad a la defensa planetaria y fomenten el financiamiento de misiones de detección y desviación de asteroides si es necesario”.
Los efectos del impacto de un asteroide variarían mucho, dependiendo de varios factores, como su tamaño, el lugar donde cayera y su velocidad. Los investigadores afirmaron que un NEO de entre 140 y 200 metros que cayera en el océano podría no causar víctimas, sin embargo, uno ligeramente más grande podría afectar a 1 millón de personas si cayera en una zona muy poblada. Los NEO aún más grandes afectarían a todo el mundo si impactaran.
Incluso si un NEO chocara contra la Tierra, los investigadores señalaron que “aún así, hay muchas posibilidades de que la mayoría de las personas sobrevivieran si fuera uno de los más pequeños”.
El estudio no pretende alimentar el miedo, sino proporcionar un argumento claro a favor de la defensa planetaria al poner en contexto los riesgos de los impactos de asteroides.
Los investigadores hablaron de la misión Double Asteroid Redirection Test (DART) de la NASA, que demostró que los humanos pueden diseñar naves espaciales capaces de desviar asteroides.
“El comité considera que el trabajo en este problema es un seguro, cuyas primas se dedican íntegramente a prevenir la tragedia”, añadieron investigadores.
Esta perspectiva enmarca en el esfuerzo, no como una simple respuesta a una amenaza inminente sino, como una salvaguarda esencial para el futuro del planeta. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)
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