En plena temporada de lluvias, mientras los paraguas se multiplican por las calles, en San Pedro Cholula, Puebla, una panadería ha decidido honrar al mismísimo Tláloc —dios mexica de la lluvia y la fertilidad— con una creación tan divina como viral: la tlaloconcha.
Esta concha prehispánica, elaborada por la Panadería La Herencia JD, no solo es una delicia para el paladar, sino un homenaje comestible al imaginario ancestral. Con relleno de guayaba y una cobertura colorida en tonos azul, rojo, amarillo y negro, la tlaloconcha evoca los colores ceremoniales de Tláloc, como si un rayo de azúcar descendiera desde los cielos para bendecir las tardes lluviosas con café caliente.
MÁS QUE UNA CONCHA: UNA OFRENDA A LA PANADERÍA MEXICANA
La tlaloconcha es, por fuera, una concha tradicional, pero por dentro guarda un corazón jugoso de guayaba. Su decoración ha capturado la atención de cientos en redes sociales, tanto por su diseño como por su sabor. Usuarios de TikTok e Instagram no tardaron en convertirla en tendencia, al punto de que se agota a diario, más rápido que los impermeables en medio de una tormenta.
“Es perfecta para estos días nublados”, aseguran comensales que han hecho fila desde temprano para probarla.
Y aunque Tláloc sea el protagonista del momento, no es la primera vez que La Herencia JD sorprende con su creatividad: en su historial hay conchas inspiradas en Pikachu, luchadores, Deadpool e incluso el presidente AMLO. Pero ninguna ha causado tanta devoción como esta fusión entre pan y deidad prehispánica.
INGENIO CONTRA LA ADVERSIDAD
Los dueños del local aseguran que la Tlaloconcha nació como una respuesta creativa ante las bajas ventas. “Cada temporada inventamos nuevos diseños de pan dulce para seguir adelante. Afortunadamente, la respuesta ha sido muy buena”, comentan.
La Tlaloconcha tiene un precio accesible de 30 pesos por pieza, y se vende exclusivamente en el local ubicado en calle 10 Poniente 318, cabecera municipal de San Pedro Cholula, Puebla.
HORARIOS PARA LA OFRENDA AL DIOS DE LA LLUVIA… Y EL PAN
Para quienes quieran rendir culto a Tláloc en forma de pan dulce, estos son los horarios:
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Lunes a viernes: 8:00 a 20:00 hrs.
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Sábados: 8:00 a 15:00 hrs.
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Domingos: 8:00 a 12:00 hrs.
Se recomienda llegar temprano, porque esta concha no solo convoca la lluvia, también atrae multitudes.
TLÁLOC: UNO DE LOS FAVORITOS DEL PANTEÓN MEXICA
Tláloc es una de las deidades más importantes del panteón mexica. Reconocido como el dios de la lluvia, los rayos, el trueno y la fertilidad, su poder era vital para asegurar buenas cosechas y la prosperidad del pueblo. Adorado principalmente en Mesoamérica, Tláloc era temido y venerado por igual, ya que podía bendecir con lluvias o castigar con tormentas e inundaciones.
Entre sus principales características destacan:
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Apariencia simbólica: usualmente representado con ojos grandes, colmillos y un tocado de serpientes. Sus colores tradicionales son el azul, rojo, negro y amarillo, que representan agua, fuego, noche y maíz.
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Vinculación con el agua: Tláloc era el guardián de los manantiales, lagos y lluvias, y también controlaba el Tlálocan, un paraíso húmedo reservado para quienes morían por causas relacionadas con el agua.
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Culto y sacrificios: se le rendía culto en el Templo Mayor de Tenochtitlan, donde se realizaban ofrendas y rituales, incluyendo sacrificios infantiles, para asegurar la llegada de las lluvias.
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Relación con los tlaloques: era asistido por pequeñas deidades menores que controlaban distintos tipos de lluvia y fenómenos climáticos.
Tláloc simboliza la dualidad de la naturaleza: puede ser dador de vida, pero también portador de destrucción. Su legado vive en el arte, la arquitectura y la cosmovisión indígena mexicana hasta nuestros días.
UNA DELICIA CON SABOR A IDENTIDAD
En tiempos donde la creatividad culinaria se entrelaza con las raíces culturales, la Tlaloconcha no solo es una exquisitez, sino también un símbolo del ingenio mexicano frente a la adversidad económica. En cada mordida hay historia, sabor y resistencia.
Así que si estás en Puebla y la lluvia comienza a caer, hazle caso al dios Tláloc y corre por tu Tlaloconcha. Porque esta no es solo una concha… es una bendición dulce caída del cielo. N