Una absurda disputa entre una vegana y sus vecinos carnívoros llegó hasta la Corte Suprema de un estado australiano.
Cilla Carden, masoterapeuta vegana de Girrawheen -suburbio de la ciudad de Perth- enfureció debido al olor a pescado y carne que despedía una parrilla instalada en el patio trasero de sus vecinos.
“La pusieron allí para atormentarte con el olor del pescado, y ahora todo huele a pescado. No puedo disfrutar de mi patio ¡Ni siquiera puedo salir!”, protestó Carden en una declaración para Nine News Perth.
Muy consciente de su salud, Carden también objeta que los vecinos fumen en el jardín, argumentando que el humo de los cigarrillos llega hasta su patio. Y, además, agrega que está harta de que los niños de la casa de junto jueguen baloncesto, porque hacen mucho ruido.
“Aporrean la pared cuando estoy durmiendo. Esos chicos y su pelota… hacen que retumbe toda la casa. Es devastador. Hacen un barullo espantoso. Me causan muchas molestias. No he podido dormir”.
Según la BBC, Carden insiste en que sus vecinos cocinan carne y pescado en el jardín de manera deliberada, situación que considera una “trasgresión indebida”.
“Es deliberado y eso mismo he dicho en los tribunales. Es deliberado”, añadió la ofendida para Nine News. “Lo único que siempre he querido es vivir en paz”.
Finalmente, Carden decidió presentar su caso ante la Corte Suprema del estado de Australia Occidental, donde alegó que las acciones de sus vecinos violaban los reglamentos residenciales.
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No conforme con eso, la mujer pidió que obligaran a los vecinos a reducir la iluminación del patio trasero, y que también controlaran el ruido que hacían sus mascotas.
A decir de la BBC, el resultado fue que el tribunal desestimó la demanda de la querellante, mientras que un juez de la Corte Suprema se pronunció a favor de los vecinos, argumentando que Carden no había aportado pruebas suficientes y enfatizando que sus exigencias eran poco razonables. Si bien la mujer apeló el dictamen, ese recurso también fue desestimado.
Uno de los vecinos acusados -quien pidió mantener el anonimato- dijo a Nine News que no quería tener más dificultades, por lo que retiró la parrilla del patio trasero y ordenó a sus hijos que no volvieran a jugar baloncesto.
Un tribunal administrativo del estado de Australia Occidental se manifestó en los siguientes términos: “Permitir que los niños jueguen en el patio trasero… y lo utilicen para operar pequeñas motonetas y otros juguetes, no constituye una molestia razonable para este Tribunal. Lo que están haciendo [los vecinos] es convivir como familia en su patio trasero y en su hogar”.
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A pesar del contratiempo, Carden amenaza con no darse por vencida y regresar muy pronto a los tribunales.
En un comunicado enviado a Nine News, otro vecino -quien también pidió el anonimato- expresó: “Se ha demostrado que las exigencias de la señorita Carden son poco razonables y que, de hecho, van en detrimento de los derechos de los otros propietarios para disfrutar de sus viviendas de una manera razonable y aceptable”.
John Hammond, un abogado de la localidad, comentó que presentar un caso como este ante la Corte Suprema era ir demasiado lejos.
“Si tienes una disputa, debes presentarte en la casa del vecino y tratar de resolver el conflicto cara a cara porque, de lo contrario, te meterás en un mundo de problemas y de sufrimiento. La Corte Suprema es una opción extrema”, aseguró a Nine News.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek