La vida de Maisie Sly, una niña de seis años que vive en el sudoeste de Inglaterra dio un giro rotundo después de protagonizar su primera película. Su sueño de viajar en avión se cumplió y también se convirtió en una inspiración mundial de las personas sordas.
La estrella del cortometraje The Silent Child (El niño silencioso) que ahora está nominado a los prestigiosos premios Óscar, interpreta a Libby, una niña nacida en una familia de clase media que vive en un mundo de silencio hasta que una trabajadora social le enseña a comunicarse.
El filme no está alejado de la realidad de Maisie, quién aprendió el lenguaje de señas británico desde su nacimiento. Sus padres, Elizabeth y Gilson, al igual que ella son sordos, publicó el diario Plymouth Herald.
Maisie no había actuado nunca, pero sus padres vieron un anuncio en Facebook donde llamaban a niños sordos para hacer una audición para el cortometraje. Le preguntaron a Maisie si le gustaría hacerlo y lo hizo, dijo Gilson a la prensa local.
Después enviaron un correo a la dirección de The Silent Child les pidieron que asistieran a una audición. Su carisma y rápido aprendizaje la colocaron en el papel protagónico al que aspiraban más de 100 niños.
Aunque Maisie puede puede comunicarse con sus padres, especialistas estiman que el 90 por ciento de los niños sordos en Reino Unidos tienen padres que pueden escuchar y no se pueden comunicar con ellos. Así surge el personaje de Libby, escrito por la actriz Rachel Shenton, quien también es coprotagonista del cortometraje.
A pesar de vivir en un mundo más inclusivo, Elizabeth y Gilson dijeron a la prensa británica que todavía hay un largo camino por recorrer para promover la comprensión de la comunidad sorda.
“Todavía es necesario desafiar los enormes desafíos y concepciones, uno de los más molestos es el impacto que las personas sordas pueden manejar”.
Desde la perspectiva de la familia Sly todavía existe la idea preconcebida de que las personas sordas carecen de educación, “pero somos una minoría lingüística de muchas maneras”, apuntó Plymouth Herald.
La inclusión social de las personas sordas fue uno de los motivos que inspiraron a Shenton para escribir su película. La actriz contó a The Sun que ella misma había vivido un proceso familiar parecido, cuando su fallecido papá, un hombre al que ella vio la gran parte de su infancia como su héroe y perdió la audición cuando ella tenía 12 años.
Rachel admitió que fue difícil cuando era adolescente ver a su padre, que dirigía su propia empresa de transporte, luchando por conducir y adaptarse al mundo que lo rodeaba.
La actriz también es embajadora de The National Deaf Children’s Society que ayuda a sensibilizar a las personas sobre la sordera.
“Espero que generemos conciencia sobre un tema del que no se habla lo suficiente”, dijo Shenton al diario británico. “También espero que brille una luz muy necesaria sobre el acceso a la educación para los niños sordos”.
Maisie asiste a la escuela primaria Red Oaks, que realizó una proyección especial sorpresa del cortometraje en julio pasado. Cuando le preguntaron qué era lo que más esperaba en la 90 entrega de premios de la Academia dijo que estaba “realmente emocionada de tener panqués”
La película se creó para crear conciencia sobre los problemas relacionados con la discapacidad auditiva y mejorar la comprensión de la afección por parte del público.
Susan Daniels, directora ejecutiva de la Sociedad Nacional de Niños Sordos, dijo a The Sun: “¡Qué logro tan increíble para una película increíble!
“Rachel Shenton, que ha sido una gran defensora nuestra en los últimos años, debería estar muy orgullosa de este logro fantástico.
“Para los 50,000 niños sordos en el Reino Unido, y los millones en todo el mundo, esta película brilla con tanta fuerza en muchos de los problemas que enfrentan los niños día tras día”, mencionó.
El cortometraje ha sido aclamado por la crítica en festivales de cine de todo el mundo, incluido un premio a la mejor actriz por Maisie en el Festival Internacional de Cine de Rhode Island.